domingo, 26 de marzo de 2023

Anchuras: del proyecto de campo de tiro que no fue a la ruta literaria 'Enjambre'

Corría el año 1988 cuando el Real Decreto de 20 de julio del Gobierno de España señalaba a Anchuras como Zona de Interés para la Defensa . Este pequeño pueblo de la provincia de Ciudad Real, con poco más de 250 habitantes en la actualidad y enclavado en la comarca de La Jara, fue el lugar elegido por el entonces ministro de Defensa socialista Narcís Serra para instalar un campo de entrenamiento para el Ejército del Aire, un campo de tiro que no se había instalado años antes en Cabañeros. Noticia Relacionada LITERATURA reportaje No Viaje al territorio 'Quercus', la ruta literaria que pone en el mapa a Cabañeros Mariano Cebrián La novela de Rafael Cabanillas y la editorial Cuarto Centenario buscan atraer turismo a Navas de Estena (Ciudad Real) y, de este modo, luchar contra la despoblación Sin embargo, un movimiento ecologista, pacifista y vecinal, encabezado por el también socialista y casi único alcalde de Anchuras desde la Transición, Santiago Martín , que aún hoy sigue al frente del ayuntamiento de esta localidad ciudadrealeña (por algo será), consiguió la derogación de dicho real decreto en 1996. Hasta allí llegaron intelectuales, artistas, periodistas y políticos que se mostraron en contra de un proyecto que entendían era nefasto para este paisaje serrano. Famosa es la fotografía de ese tiempo en la que se puede ver al entonces joven regidor anchureño acompañado por Hilario Camacho, José Antonio Labordeta, Luis Eduardo Aute, Luis Pastor y Javier Krahe. El próximo 1 de abril, tres décadas después, la cultura llegará de nuevo hasta Anchuras para intentar luchar contra otro de los enemigos de comarcas como La Jara, como es la despoblación. Y lo hará de la mano de 'Enjambre', nombre de una de las cuatro pedanías que conforman su término municipal y título de la segunda novela que compone la trilogía escrita por Rafael Cabanillas . Pues bien, a partir del primer sábado del próximo mes, a las 10.00 horas, se convertirá en una ruta literaria que unirá los 7 kilómetros que separan ambos núcleos poblacionales y llegará hasta el Collado de Piedralba. «La despoblación es algo que viene de lejos», cuenta a ABC Santiago Martín, que critica las políticas gubernamentales desarrolladas en las zonas rurales y en los pueblos pequeños como el suyo. «Casi todos los servicios están centralizados y las empresas no ponen sus ojos en nosotros, por lo que los jóvenes, cuando terminan los estudios básicos, se marchan y aquí nos quedamos los de siempre», se queja. En su opinión, «las administraciones públicas no sólo deberían incentivar la llegada de nuevos pobladores a estas zonas, sino que también tendrían que ayudar a los habitantes que llevamos toda la vida aquí». Por eso, el alcalde de Anchuras cree que «hay que reinventarse» e ideas como la ruta literaria 'Enjambre' pueden ayudar para darse a conocer y atraer turismo a la zona, entre ellos los fieles lectores que siguen a Rafael Cabanillas. Financiada por el consistorio anchureño y por la Diputación de Ciudad Real , cuyo presidente -José Manuel Caballero- también estará el 1 de abril junto con el autor y el regidor en la inauguración, la ruta tiene 12 kilómetros: 7 kilómetros entre Anchuras y Enjambre y otros 5 hasta Collado de Piedralba, siendo en estas tres localizaciones donde se desarrolla la novela. 'Enjambre' pone en valor este territorio, rindiendo homenaje a las gentes de estas sierras, verdaderos héroes que luchan contra el abandono y la despoblación, sin perder jamás la dignidad. «Una reivindicación de una vida armoniosa con la naturaleza, que ama y cuida la tierra y los animales, y que no debería desaparecer, pues en ello nos jugamos la conservación o la destrucción del planeta», afirma Cabanillas. La ruta puede hacerse en su totalidad o en parte; a pie, en bicicleta, en caballería, o en cualquier medio de locomoción, por un espacio natural único, en el que, además de su belleza, se recuerdan los usos tradicionales como el pastoreo, la fabricación de queso y miel, o la riqueza cinegética, muy presentes en la novela. Algo que podrá contemplarse en los bellos y originales murales de la aldea de Enjambre, epicentro de la ruta. Se ha prestado especial interés, dado que Tiresias, el pastor protagonista de la novela , sufre una discapacidad visual, en conseguir la accesibilidad en la lectura de todos los paneles y atriles de la ruta. De manera que todos cuentan con un código QR, marcada en relieve en el metacrilato, a través de la cual se podrán escuchar los textos explicativos del panel, grabados expresamente por el autor de la novela. Con la colaboración de Rafael Cabanillas y de la editorial toledana Cuarto Centenario, que también ha colaborado en los diseños, la ejecución de la ruta es obra de la empresa 'Senderismo a la Carta' y las ilustraciones de los murales de Colossus Studio , inspiradas en la obra del dibujante alemán Karl Alexander Wilke y del italiano Duilio Cambellotti. Con lo que la aldea de Enjambre, a punto de desaparecer, se convierte en un museo al aire libre digno de conocer, demostrando que, más allá del lamento y el olvido, hay alternativas al pernicioso fenómeno de la despoblación. Y es que 'Enjambre' es eso: una oda a la radio y un altavoz para las voces calladas de las zonas despobladas, como la de Tiresias, un pastor por tradición familiar, y porque no le quedaba otra. Un niño que nació enfermizo y medio ciego, con unas gafas de culo de vaso, que se rebela contra su sino y, gracias a la voz sensual de su locutora favorita, se atreve a hablar en su programa y a aprender a leer y a escribir. Noticia Relacionada estandar No Rafael Cabanillas presenta 'Valhondo' en Toledo: «Escribir es sacar a la luz lo que duele» Mariano Cebrián El autor presentó en la Biblioteca de Castilla-La Mancha la tercera novela que cierra la trilogía de la saga literaria 'Quercus', que da voz a los antiguos pobladores de la comarca de los Montes de Toledo Es a este antihéroe y a sus padres, la tía Remigia y el tío Jacobo, que representan a los pocos pobladores que quedan por esas tierras de los Montes de Toledo y La Jara , a los que Rafael Cabanillas homenajea como buen conocedor de esa comarca. Fruto de ello son las preciosas y precisas descripciones que hace del paisaje y del paisanaje. Por las páginas de 'Enjambre', al igual que en 'Quercus' (primera parte de la trilogía de Cabanillas) se pueden ver, sin estar allí, las pedrizas, los encinares o el interior de las cabañas, y oír el ruido de las torrenteras de agua que bajan de la sierra, el berrear de los ciervos o el crepitar de la lumbre en la chimenea. De hecho, tanto en una como en otra novela, aparece un glosario al final con las palabras propias de esa comarca tan rica en naturaleza y en vocabulario como es La Jara y los Montes de Toledo. Siendo una «novela de esperanza», como el autor dice, tiene una parte crítica, como un «grito mudo», contra la despoblación: «'Enjambre' es un canto a una forma de vida que se nos escapa de las manos». Cabanillas transforma a esos pastores, leñadores, mieleteros, corcheros, campesinos, guardas y furtivos... en los antihéroes de la supervivencia de la España despoblada. De hecho, el inicio del libro, en una edición muy mimada de nuevo por la Editorial Cuarto Centenario , comienza con una frase lapidaria que aparece durante la historia: «Triste paradoja la de esta tierra, llamarse Enjambre y estar vacía».

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