viernes, 17 de marzo de 2023

Jóvenes 'top' y 'start-ups' para convertir Madrid en la nueva meca del éxito: diario de un Erasmus de inventores

Larissa Arias montó su 'start-up' en un apartamento que le prestó su madre en Piura, una ciudad pequeña y turística al norte de Perú. Tres años más tarde, Manzana Verde es una 'food tech' de comida saludable a domicilio presente en seis ciudades de Latinoamérica que en 2022 facturó 7 millones de dólares (unos 6,5 millones de euros). Arias consiguió convencer a importantes inversores para reunir los 2 millones de dólares iniciales con los que fundar su puntera empresa y, a sus 30 años, pertenece al brillante grupo de jóvenes emprendedores que ha acogido este año el Ayuntamiento de Madrid . Diez potentes perfiles que han cruzado el océano Atlántico para sumergirse durante ocho semanas en el primer Erasmus de inventores de la capital. El programa es una iniciativa del Área de Innovación y Emprendimiento del consistorio, en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID ), el seleccionador de esta remesa de talento. Son diez (seis mujeres y cuatro hombres) y ABC ha podido charlar con cuatro de ellos: Larissa Arias, Victoria Costa, Magdalena Giuria y Adán Ramírez . Todos lucen currículums extraordinarios y (breves) carreras excepcionales. Sus 'start-ups' abarcan múltiples industrias, desde la producción de psicodélicos para curar enfermedades mentales hasta la creación de un 'software' que promete frenar la gran renuncia (el fenómeno masivo de abandono laboral que estalló en Estados Unidos con la vuelta a la oficina tras el Covid). Noticia Relacionada estandar No Emprendedores en España: muchas ideas, poca inversión Anna Cabeza Las 'startups' piden cambios para mitigar el riesgo del fracaso y aspiran a superar el corte de la 'segunda ronda' Es la tercera estancia de este tipo de Adán Ramírez que, con solo 26 años, ha sido nombrado Inventor del Año por el prestigioso MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) y Joven Líder de las Américas por el Gobierno de Estados Unidos. Después de mes y medio en Detroit, Nueva York y Washington, y otro tanto en la ciudad rusa de Samara, Ramírez comparte su primera impresión del ecosistema innovador madrileño. «Definitivamente, es más sencilla la integración. Es una ciudad muy fácil para acostumbrarte, a la semana ya sabes cómo funcionan las cosas. Y este modelo que está implementando Madrid, con sitios para la innovación donde vienen emprendedores sin ningún 'equity' de por medio, es importantísimo», asevera. A través de su empresa biotecnológica, Greenfluidics, todavía en una fase piloto, pretende construir el primer «edificio pulmón» del mundo . «Buscamos socios para colocar nuestros biopaneles y lograr el primer edificio pulmón del mundo» Adán Ramírez Greenfluidics Acelerar una idea En el ecuador de su Erasmus, los cuatro emprendedores se reúnen en Puerta Innovación, un edificio municipal con salas luminosas y zonas de 'coworking' donde un buen puñado de jóvenes dan vida a sus ideas en largas mesas. En la entrada hay un monopatín azul confeccionado con algas marinas, cortesía de una de las 'start-ups' que se forjó ahí. Puerta Innovación es una aceleradora -un lugar para impulsar empresas emergentes- 'equity free', esto es, un programa que no exige a sus discípulos un porcentaje de sus compañías. «Estaba negociando con una aceleradora de Estados Unidos y me pedían 6.000 dólares, un montón de plata por todo lo que nos están dando acá de forma gratuita y mucho más 'tailormade' [en inglés, hecho a medida]», señala Victoria Costa, de 26 años. Su 'start-up' se llama Eywa, como la diosa de los nativos de piel azul de la película 'Avatar', una deidad que conecta a todos los seres vivos y a la que se puede contactar a través de árboles sagrados. «Nos pareció [a ella y a sus socias científicas] muy similar a lo que ocurre con las neuronas en presencia de la psilocibina», cuenta. El objetivo de Eywa, la de Uruguay, es emplear la biosíntesis (modificar los genes de un microorganismo mediante enzimas) para producir psicodélicos , en concreto, psilocibina, y tratar patologías como la ansiedad, la depresión o el alcoholismo. «Tenemos una estrategia biosintética para producir psicodélicos de forma escalable, más barata y sostenible» Victoria Costa Eywa Durante dos meses, aquí viven una agenda de alto nivel, con eventos de 'networking' y visitas a grandes corporaciones y organizaciones pioneras. La primera mitad de la jornada es para el programa municipal; la otra, para trabajar en sus 'start-ups'. Los que tienen mayor diferencia horaria con sus países (Perú, México y Colombia) acaban de madrugada. Magdalena Giuria, de 34 años, que ha fundado un centro de innovación en la Universidad Católica de Uruguay , ha trabajado de consultora para la ONU Mujeres, ha participado en programas en Stanford, MIT..., prefiere tomar un par de mates antes de empezar el día. «El Erasmus fue otra cosa, una burbuja irreal», aclara Giuria, «acá tenemos la responsabilidad de estudiar, conectarnos, 'pitchear' [del inglés, vender su negocio a los inversores], y además trabajar, lo que para mí está bueno, tener ese esprint de intensidad», afirma. Así es la vida del emprendedor. No son competitivos entre ellos y cada vez que se sientan a la mesa comparten consejos, aciertos y errores. Sus campos son diferentes y, en algunos, casos, complementarios. Giuria, por ejemplo, se dedica a convertir las empresas en espacios más diversos y equitativos . Más de 200.000 euros para las dos primeras ediciones El Área de Innovación y Emprendimiento del Ayuntamiento de Madrid ideó el programa 'Puentes de Talento' de cara al año 2022, una apuesta por reforzar los lazos con Latinoamérica en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Por ahora, las arcas municipales han costeado las dos primeras ediciones con un presupuesto de 280.428 euros, destinado a cubrir la estancia, agenda y actividades de formación y emprendimiento de una veintena de jóvenes (en esta primera edición, diez) en la capital. «El año pasado, [la consultora] McKinsey hizo una encuesta y constató que el 40% de la gente que está trabajando quiere renunciar en los próximos seis meses, y que el 51% de esas personas lo quiere hacer porque no siente que pertenezca al espacio de trabajo», escenifica Giuria, cofundadora de Brava, una 'start-up' que genera información sobre el entorno laboral, identifica sus debilidades y sugiere soluciones. Un ejemplo. En 2022, el 'software' de Brava, un programa que despliega una encuesta entre los trabajadores y procesa otros datos de la empresa, detectó muchos empleados descontentos por la cantidad de reuniones imprevistas pasadas las cuatro de la tarde. ¿La solución? Dejar de convocar reuniones a partir de esa hora . «El sentimiento de pertenencia de la compañía aumentó un 20% de un año a otro», refleja Giuria. Cifras prometedoras Todos los proyectos de estos jóvenes son prometedores y, sobre todo, convincentes. Todos han conseguido reunir miles de dólares de los llamados inversores ángeles para que sus ideas empezaran a volar. «Nuestra empresa factura desde el día 1», celebra Giuria; en 2022, Brava ingresó 120.000 dólares, la misma inyección que necesitaron para que su producto echara a rodar. En un año han diseñado soluciones para una quincena de empresas y el objetivo de 2023 es llegar a las setenta. Por lo que ha escuchado en Madrid, Giuria cree que puede ser parte del antídoto contra la fuga de talento : «Tenemos un valor que traer a la mesa para las empresas españolas. Nosotras hacemos que las personas se sientan bien para que puedan desplegar su máximo potencial». «El 40% de los trabajadores quiere renunciar en los próximos seis meses y eso es lo que queremos solucionar» Maggie Giuria Brava Manzana Verde, la 'food tech' que arrancó en Piura vendiendo comida saludable empaquetada al vacío, atrajo a mil usuarios en sus primeros tres meses de vida. Ahora opera también en Lima, Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Bogotá, conectando mediante la tecnología cocinas y repartidores. «Hemos creado cinco aplicaciones para que los restaurantes tengan todo sistematizado; recetas, cantidades a servir, forma de envasado», desgrana Larissa Arias. «Si el siguiente paso es abrir en Europa, lo primero que va a estar en mi cabeza es España y Madrid, porque ya conozco, ya viví, ya estuve acá; sé dónde tocar la puerta, sé quién me puede ayudar», afirma. El salto al mercado europeo está en mente de todos. Y la puerta es Madrid, donde los lazos cultural e idiomático son ventajas indiscutibles. Aunque Costa ha tenido que transformar su 'pitch' para encandilar a laboratorios y farmacéuticos españoles con su producción escalable y barata de psicodélicos. «Están muy asociados a todo lo que fue la prohibición de los mismos», precisa, «tal vez tenía que ir un paso más atrás y decir que el psicodélico actúa desde la neuroplasticidad de tu cerebro, que no es un paliativo como un antidepresivo que tapa tus síntomas». Los ensayos clínicos, todavía incipientes, arrojan buenos resultados y Costa se esfuerza en «generar conexiones» que le serán útiles una vez lance un producto viable. En la ronda de inversión presemilla (inicial), Eywa recaudó 200.000 dólares. «Hoy vendemos 7 millones de dólares al año; para ser una 'food tech', es un número bastante interesante» Larissa Arias Manzana Verde La cifra de Adán Ramírez, unos 210.000 dólares, ha servido para sentar las bases de un nuevo modelo de edificios a partir de microalgas y nanotecnología . Como el resto de jóvenes, Ramírez predica sobre las bondades de su proyecto con una sonrisa y un torrente de información y datos interesantes: sus paneles solares inteligentes componen fachadas regenerativas que ahorran consumo energético y absorben emisiones de CO2. «Si colocáramos solamente una fachada sobre una de las Cuatro Torres, prácticamente sería como tener un bosque de 100.000 árboles», ejemplifica. MÁS INFORMACIÓN noticia Si La startup española que quiere que pruebes el bacon... de setas noticia No La plataforma que resuelve la engorrosa gestión de las facturas con un solo clic La predicción de este peculiar Erasmus es que estos jóvenes harán grandes cosas. «Cuando estas 'start-ups' se conviertan en grandes empresas, obviamente tendrán que dar el salto a Europa y, si conocen el ecosistema de Madrid, sus oficinas comerciales se ubicarán aquí, generando empleo y atrayendo talento a la ciudad», vaticina el responsable de Innovación y Emprendimiento en el ayuntamiento, Ángel Niño (CS). Por ahora, «lo más importante, cuando termine el programa: ellos serán embajadores de Madrid», explica el concejal. Son el puente entre dos continentes, los expedicionarios que hablarán de las maravillas de la capital cuando regresen a casa.

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