sábado, 18 de marzo de 2023

Litigio de familias en el clásico

El duelo entre Barcelona y Real Madrid de hoy (21.00 horas, Movistar), como cualquier clásico, está rodeado de un ambiente trascendental, por tratarse de un nuevo episodio de una batalla casi ancestral, legendaria, y porque si los azulgranas ganan el duelo aumentarán hasta 12 su ventaja de puntos sobre los blancos, un colchón que podría dejar prácticamente sentenciada la Liga a su favor. Y obviamente, porque el Madrid, en caso de victoria, podría revertir su mala dinámica liguera y acercarse a su máximo rival en la carrera por el título. Pese a que la gran cantidad de astros que aglutinará el duelo será la principal atracción de la velada, serán los entrenadores una pieza fundamental en el devenir del encuentro, un litigio que como ya es habitual en los últimos clásicos, estará protagonizada por dos familias: los Hernández , hermanos, contra los Ancelotti , padre e hijo. No es demasiado anómalo ver de vez en cuando que dos familiares se junten en un banquillo, pero sí lo es que pase en los dos gigantes del fútbol español y, además, al mismo tiempo y en la misma cancha. También que ambos, Óscar Hernández y Davide Ancelotti, cumplan la misma función, la de segundo entrenador (además de encargarse de las tácticas defensivas y de estar en contacto con los analistas durante los partidos), y que los dos hayan debutado como primer entrenador en sustitución de su superior. Óscar lo hizo durante la gira en Estados Unidos de pretemporada, cuando a su hermano se le impidió entrar en el país por haber viajado a un país considerado enemigo de los norteamericanos (fue a jugar a Irán en varias ocasiones en el Al-Saad) y lo hizo el pasado día cinco, en el duelo de los catalanes ante el Valencia, que se saldó con 1-0 a su favor. Davide también asumió las riendas del Real Madrid, aunque su caso tuvo mucha más miga. Lo hizo el seis de abril de 2022 en un duelo ante el Celta en Balaídos debido a que su padre había dado positivo por Covid en las horas anteriores al choque. El problema fue que el joven de los Ancelotti tenía licencia de preparador físico pero no de entrenador por lo que, pese a haber sido el elegido para dirigir a los blancos, no pudo dar indicaciones a los jugadores, teniendo que tirar de intermediarios para hacer llegar sus instrucciones al campo. La victoria, en cualquier caso, cayó para el bando madridista (1-2). Los hermanos Hernández durante un entrenamiento del Barcelona EFE Óscar y Davide, Davide y Óscar, ambos han llegado a las altas esferas del fútbol europeo en tiempo récord por compartir sangre con dos leyendas como Xavi y Ancelotti. Óscar (46 años) fue jugador durante 12 temporadas, pero nunca llegó a las primeras divisiones españolas, repartida su carrera entre Tercera división y Segunda B. Se le abrió una puerta dorada cuando Xavi abandonó el Barcelona en 2015 y fichó por el Al-Saad. Junto con el resto de su familia, se fue a Qatar a apoyar a su hermano. Mientras este agotaba sus últimos años como futbolista profesional, el mayor de los Hernández comenzó a formarse como entrenador para, en 2019, unirse a su hermano en el cuerpo técnico, función que repite desde que Xavi firmó por el Barcelona en noviembre de 2021. Noticia Relacionada Fútbol estandar No Barcelona - Real Madrid, un clásico muy alejado del foco Sergi Font El escándalo del caso Negreira ha eclipsado un duelo decisivo para la Liga El caso de Davide es sustancialmente diferente. Nacido en Parma hace 22 años, el italiano mostró pericia para los estudios desde muy pronto (enfocó su vida a los libros en cuanto vio que su talento no era suficiente para ser profesional), tanto que a los 22 años ya se había licenciado en Ciencias del Deporte. Su tesis universitaria sobre las ciencias del motor en los futbolistas fue premiada como una de las mejores y obtuvo puntuaciones muy elevadas en sus cursos como entrenador: un 137 de 140 en la licencia UEFA B y un 13 de 15 en la licencia UEFA A. En esta última fue el mejor de su promoción. También entrenamientos Fue entonces cuando se unió a Carletto, primero en el PSG (2012) y luego en el Bayern Múnich, Nápoles Everton y ahora Madrid, lugares donde siempre ha tejido una estrecha relación con los futbolistas (incluso en el Madrid dirige muchas sesiones de entrenamiento). Dos historias diferentes que tienen un patrón común: la plena confianza de su jefe. «El de segundo entrenador es un trabajo muy difícil, porque habitualmente es él quien hace de confidente con la plantilla y a quien acude la directiva para conocer los quehaceres del primer entrenador; el que lo sabe todo en definitiva. Por eso Ancelotti y Xavi han apostado por su propia sangre, para que todo quede en familia y no haya traiciones internas», explica a ABC Javier Chimeno, entrenador con 31 años de experiencia y secretario general del Sindicato de Entrenadores Profesionales de España. «El mundo de los entrenadores es muy difícil, somos autónomos y siempre hay gente que busca sustituirte. En el fútbol profesional no es tan común, pero en las categorías más inferiores es habitual que el equipo fiche a tu cuerpo técnico, no que tú traigas el tuyo. Y ahí es donde surgen los problemas, es una selva y cuando llegan los malos resultados cualquiera puede hacerte la cama». El técnico andaluz cree para grandes clubes como el Barcelona y Real Madrid, que Xavi tenga a su hermano y Ancelotti a su hijo es un acierto. «Son gente de absoluta confianza, no tienen intenciones secundarias, la sangre es el vínculo más potente que hay. Ellos ven cosas que tú no ves, te pueden dar consejos en el día a día del equipo y, sin duda, nunca te van a dejar de lado ni a perjudicar. Que estén ahí no es un enchufe, es una decisión de blindarse internamente y disminuir los problemas de egos entre primer y segundo entrenador».

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