jueves, 2 de marzo de 2023

Los árbitros señalan a un judas y la Federación a un miembro del Gobierno

Aparecieron por las dos puertas traseras del Salón Luis Aragonés y en cuestión de minutos abarrotaron las diez primeras filas del auditorio. 240 árbitros en tropel escenificando el músculo del colectivo en la convocatoria de la Federación Española y el Comité Técnico para explicar su postura ante el caso Negreira. Tres semanas después del inicio del escándalo, a ambos organismos se les reclamaba este paso después de haber sobrevolado el asunto a través de algunos comunicados y vídeos. No fue Luis Rubiales quien aportó el punto de vista de la RFEF. El presidente está fuera de España por motivos profesionales, así que le tocó a Andreu Camps ejercer de anfitrión. El secretario general aseguró que el papel de la Federación no puede ser otro que el de entidad colaboradora de la Justicia. Ni tiene competencias ni los recursos necesarios para llegar más lejos. «Lo importante es llegar hasta el final. No es de recibo alegar una eventual prescripción como han hecho otras instituciones», dijo en referencia a las dudas expresadas por Javier Tebas sobre una posible sanción deportiva al Barça. Además, reveló que la UEFA les ha pedido toda la documentación del caso, lo que demuestra que el máximo organismo continental no quita el ojo a un asunto enormemente turbio. Ceferin y Rubiales ya trataron el asunto durante la visita del esloveno a Madrid hace ahora una semana. Si la justicia deportiva española no actúa, por ahí podrían llegar los problemas para el Barcelona. Hubo más de Camps. Quizás lo más grave es que señaló a una persona con responsabilidad gubernamental: «Tenía conocimiento de los hechos y no lo denunció». En la sala, durante el turno de preguntas, se disparó el nombre de Albert Soler , exdirector de Relaciones Institucionales del Barcelona y ex director general de Deportes del CSD hasta enero de este año. «No daré nombres», contestó Camps de forma áspera. También confirmó que tanto Enríquez Negreira como su hijo facturaron a la Federación a través de sus empresas, aunque en ese caso han comprobado que sí realizaron los servicios contratados. No fue el único nombre en quedar señalado. La unidad arbitral no es absoluta. Están todos menos uno. Lo desveló Camps: «Todos los árbitros han contribuido a la investigación interna menos uno. Solo uno no contestó ni remitió la información solicitada». Y lo corroboró Medina Cantalejo, que tuvo una intervención mucho más emocional que el número dos federativo: «Lamentablemente, siempre alguien prefiere posturas egoístas, personalistas y traidoras. A ese árbitro se le pidió por dos veces que contestase al requerimiento de información que le hacía su empresa, la Federación. Y no lo ha hecho». También aquí se apuntó un nombre, el de Xavier Estrada Fernández, árbitro VAR del comité catalán que presentó por su cuenta una querella contra Enríquez Negreira y su hijo por presunta corrupción deportiva. Tampoco en ese caso se confirmó que era él. Pero se dio por hecho. «He leído que se le había apartado esta jornada del VAR, pero no es así. Le vamos a tratar con el máximo respeto e igualdad. Esperamos recibir el mismo respeto de esta otra parte», dijo Medina Cantalejo . Estrada es el verso libre del colectivo. Su querella, además, llevará el caso por otros derroteros, porque obliga a la Fiscalía a dejar de investigar. A partir de ahora será el Juzgado número 1 de Barcelona quien decida los próximos pasos a seguir. Camps utilizó ayer ese argumento para explicar por qué la Federación no había interpuesto su propia querella: «No tenemos las competencias ni los recursos necesarios para llegar más lejos que la Fiscalía». MÁS INFORMACIÓN noticia No Mensaje de unidad arbitral ante el Caso Negreira: «Nosotros no somos corruptos» noticia Si El comisionista de Negreira cobró de la Federación 771.000 euros sin justificar en dos años noticia Si Voces, silencios y querellas: los árbitros españoles a la intemperie «Soy nieto, hijo y padre de árbitro, y no soy corrupto. Vosotros tampoco lo sois. Y esto es una vergüenza», dijo el presidente de los colegiados en su alegato inicial, donde defendió también a sus antecesores en el cargo, Velasco Carballo y Sánchez Arminio, este último jefe directo de Negreira. «¿Qué tiene que ver esto con nosotros? No hay ni una evidencia ni una sola prueba contra ningún árbitro. Ni de los que están en activo ni de los de antes», reiteró, antes de que un larguísimo y rotundo aplauso inundase el salón Luis Aragonés.

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