A la caza del pedófilo en serie de Instagram: el monstruo que se esconde detrás de un perfil falso

«¡Hola! Veo que te gusta un tipo de fotografía que a mí también. Tenemos eso en común. Te acabo de solicitar amistad por Instagram. ¿Hablamos mejor por privado?». Esta fue, no en su literalidad, la carta de presentación de un pedófilo en serie a su primera víctima conocida, una cría de 13 años y residente en la Comunidad de Madrid. Detrás de un falso alias y de imágenes subidas a una cuenta de esa red social en la que no se veía nada de su verdadera identidad, el sujeto conseguía imágenes de esta preadolescente de carácter íntimo y sexual. Ya ha sido detenido dos veces en el marco de esta investigación, la operación Royal , y sigue utilizando las redes para conseguir sus propósitos. En enero de 2022, el encartado, llamémosle Álex (nombre ficticio), contactó por Instagram con la menor. El gusto por un tipo de imágenes en concreto fue el cebo que uso para hacerse con la confianza de la chica. Primero, con mensajes privados en esa herramienta digital; luego, pasaron al WhatsApp y otras aplicaciones de mensajería instantánea. «El 'childgrooming' consiste en adultos que se hacen pasar por otras personas, a veces menores, para contactar con otros chicos. Y utilizan elementos tecnológicos válidos para embaucarles y conseguir algún tipo de contenido, para consumo propio o para distribuirlo en distintas plataformas«, explica a ABC el inspector jefe de la Unidad de Investigación Tecnológica (UIT) de la Brigada de Policía Judicial de Madrid. En este caso, los padres de la joven se percataron de lo que tenía ella en su teléfono móvil. Estas víctimas mandan fotografías, vídeos y hasta se hacen directos, todo de carácter sexual. Se personaron en comisaría e interpusieron la correspondiente denuncia. Noticia Relacionada estandar No Detenido un 'groomer' por contactar con un menor con ayuda de un perfil falso ABC La Policía Nacional ha localizado en su domicilio un disco duro con multitud de imágenes de índole sexual, así como en su teléfono móvil El mando policial explica que, en este caso, el presunto pedófilo «no conocía a sus víctimas», y alerta de las pistas que se pueden dejar en las publicaciones de redes sociales: «Muchas veces, la información que publicamos es, de alguna manera, evidencia de quiénes y cómo somos. En este caso, por ejemplo, sabía que era chica, menor de edad y que tenía como afición la fotografía. Con los datos que van recabando de la víctima, buscan la empatía entre ambos, cualquier cosa que les sirva para entablar esa falsa amistad y crear un vínculo». La investigación En este caso, el sujeto es, en realidad, un ciudadano español de origen dominicano de 25 años. Reside en un municipio de Toledo y, aparentemente, es un tipo normal. Es más, hasta el momento de su detención primera, el pasado septiembre, no tenía ni antecedentes policiales. Suelen ser los más peligrosos, los delincuentes 'silenciosos'. «Intentamos ser muy claros sobre todos los elementos que pueden servir en la investigación. ¿Cómo se ha contactado? ¿Qué tipo de envíos y cuántos se han realizado? ¿En qué fechas? ¿Ha habido algún contacto en persona? Intentamos trazar la línea cronológica de lo que ha ocurrido y establecer unas pautas de investigación, para así aclarar ante qué perfil nos podemos encontrar. Y se despliegan todas las herramientas de investigación tecnológica«, explica el inspector jefe. Fueron media docena de archivos los compartidos. Él también mandó fotos subidas de tono, «algunas falsas y otras propia, en las que no se le podía identificar». «Muchas veces, los padres no se dan cuenta del alcance de la situación hasta que no se lo decimos nosotros», añade. Este sujeto creó una cuenta exprofeso, con perfil, fotos y demás contenido falso. Fue arrestado por los delitos de prostitución y corrupción de menores. En el volcado de sus distintos móviles, se hallaron evidencias de diez víctimas más. Tras las debidas comprobaciones, la Policía informó a los padres de las niñas. Volvió a ser arrestado el 9 de febrero. Está en la calle, solo con órdenes de alejamiento y prohibiciones de comunicaciones con las muchachas. Ahora se sabe que ha vuelto a la carga, con tres o cuatro menores más en sus redes.

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