
La pandemia ha servido para reencontrarse con las casas, para buscarles los defectos de haberse empeñado en tener viviendas funcionales más que hogares. ¡Malditos arquitectos con ínfulas! Ínfulas, que no son más que el nombre alegre de las prisas que llevamos. Y hacen casas donde lo único importante son las camas en las que se echa uno antes de marchar nuevamente y volver sólo para dormir a la noche otra vez. Pisos con ventanas pequeñas por las que sólo entra una luz de presidio. Durante la pandemia escribí por algún lado que las casas con balcones son dos casas. Yo quiero los techos altos, esos techos de los que ya casi nadie se acuerda, aquellos que eran otro cielo que...
Ver Más
De España https://ift.tt/3A6WycH
0 comentarios:
Publicar un comentario