sábado, 25 de septiembre de 2021

Puigdemont vuelve a Bélgica y confía en que la Justicia italiana archivará su caso

Un fin de semana en Cerdeña (Italia) y vuelta a su refugio belga. Carles Puigdemont retorna este lunes a Waterloo (Bélgica) para seguir con su agenda personal y política, que se vio interrumpida la noche del jueves al viernes cuando fue detenido por la policía italiana al pisar el suelo de la isla del Mediterráneo. El expresidente autonómico de la Generalitat confía -según dijo ayer- en que la Justicia del país transalpino le dé la razón, como antes hizo la alemana tras su primera detención, y acusó al juez Pablo Llarena, instructor de su causa en el Tribunal Supremo, de obsesionarse con su detención. Al magistrado le envió un mensaje: «Seguiré viajando por Europa». Y al «Estado español», encarnado en el Gobierno, le advirtió: «Puede que conozca varias prisiones de la Unión Europea, pero con la ayuda del Estado español amplificaremos nuestro mensaje». Ayer, en su primer acto del día tras salir de la prisión, Puigdemont se acercó al Aplec Adifolk Internacional, una feria folklórica de juegos y bailes tradicionales que este año se celebra en el Alguer, ciudad sarda que los nacionalistas consideran parte de los Países Catalanes. La visita estaba prevista antes de pasar por la prisión. Fue recibido con aplausos y cánticos, e incluso una versión del himno catalán en su honor. Fue una clara demostración del Puigdemont de relumbrón. El sábado fue el día para sacar pecho. Lo primero, rodearse del folklore. Después, con Laura Borràs, presidenta del Parlamento de Cataluña y una de sus más fieles seguidoras, visitó el Ayuntamiento del Alguer, en cuya escenografía no faltó la bandera 'estelada'. Seguidamente, se vio con Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, que viajó toda la noche para llegar a tiempo y apoyar al fugado de la Justicia. «Su libertad no es completa. Será completa cuando se retiren todas las causas», señaló Aragonès. Y por la tarde, rueda de prensa. Hoy está previsto que el líder del 'procés' y eurodiputado se reúna con alcaldes nacionalistas sardos, tal y como tenía agendado antes de su detención y puesta en libertad. El acto tendrá un poco más de eco por su accidentada visita a Cerdeña. Mañana, volverá a Waterloo (Bélgica). Como tenía previsto. La Justicia italiana le dejó libre y sin medidas cautelares, pese a que sigue vigente -excepto en Bélgica, entienden en el Alto Tribunal español- la euroorden de detención y extradición firmada por el Supremo en 2019 y el Parlamento Europeo le retiró la inmunidad, reconocida, sin embargo, por la jueza italiana. Citación del 4 de octubre La situación judicial de Puigdemont seguirá enmarañada. La Justicia italiana decidirá el 4 de octubre si cursa la euroorden del Supremo. Pero Puigdemont, hasta esta fecha, no estará en suelo italiano, por lo que la capacidad de la jueza de Cerdeña para ejecutar una supuesta extradición es limitada. Así lo reconoció ayer Gonzalo Boye, abogado principal de Puigdemont desde 2017, ante los medios de comunicación en una rueda de prensa desde la isla sarda, retransmitida por TV3, acompañando a su cliente. Puigdemont y Boye se rodearon para la ocasión de Josep Lluís Alay, jefe de la Oficina del ex presidente autonómico, y Mario Conoci, alcalde del Alguer por el Partido Sardo de Acción, formación política que cuenta con el apoyo explícito de la extrema derecha de la Liga Norte. Su líder, Matteo Salvini, el viernes, salió en defensa de Puigdemont. En cualquier caso, aunque algunos medios italianos y también algunos catalanes afines al independentismo señalaron a lo largo del sábado que Puigdemont podría estar pensando en no presentarse a la citación judicial del 4 de octubre, él mismo se encargó de desmentirlo: «El 4 de octubre estoy convocado por la Corte de Cerdeña y asistiré». Si bien recordó, eso sí, que para ese día hay pleno del Parlamento Europeo. No hay que descartar la posibilidad de que sus abogados intenten una comparecencia por videoconferencia. Lo que sí está confirmado es que el lunes o el martes Puigdemont, junto a Toni Comín y Clara Ponsatí, todos fugados de la Justicia española y eurodiputados, pedirán al Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) la medida cautelarísima para que recuperen la inmunidad parlamentaria hasta que el propio TGUE decide sobre el fondo de esta cuestión. Más allá de la situación judicial concreta, el ex presidente de la Generalitat, y su abogado, centraron la rueda de prensa en atacar al juez Llarena y al Gobierno, a los que responsabilizan de su paso por prisión. «Con la ayuda del Estado español amplificaremos nuestro mensaje». «Seguiremos con la lucha para alcanzar nuestro objetivo. No nos rendiremos. Seguiré viajando por Europa». «Los jueces no pueden tener estrategia política ni discurso político, ni opinión». «Es una operación inspirada por el Gobierno y el Estado español, esto está fuera de toda duda».

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