
La FIFA ha reactivado el proyecto que puede revolucionar la organización del fútbol si sale adelante la propuesta para que se dispute un Mundial (masculino y femenino) cada dos años y no cada cuatro, como ha venido siendo tradición a lo largo de la historia. Una idea en la que el organismo presidido por Gianni Infantino está insistiendo a raíz del conflicto que se ha generado en las grandes ligas europeas por el parón de selecciones en el que los clubes han sido obligados a aumentar el número de jornadas de cesión de jugadores para partidos correspondientes a las eliminatorias suramericanas para Catar 2022. A pesar de que la FIFA defiende que la reestructuración ayudará a descomprimir el calendario porque habrá menos convocatorias internacionales y viajes en la temporada, el plan amenaza con generar un cisma al estar la UEFA en contra. «Disputar una Copa del Mundo cada dos años devaluaría el torneo», advierte Aleksander Ceferin, máxima autoridad del fútbol europeo. Infantino quiere concretar antes del final de este año la propuesta que puso sobre la mesa la Federación de Arabia Saudí el pasado mes de mayo durante el 71º Congreso de la FIFA, iniciativa que fue aprobada por mayoría (166 votos a favor y 22 en contra), pero sin el apoyo de la UEFA. «Habría menos partidos internacionales, pero con mayor relevancia y aumentarían su valor», fue el principal argumento de los saudíes. Arsene Wenger, el que fuera técnico del Arsenal durante dos décadas y actualmente director de desarrollo de la FIFA, ha mostrado su apoyo a un plan que puede dinamitar casi un siglo de tradición en el fútbol porque el Mundial masculino viene celebrándose cada cuatro años desde la edición inaugural, en 1930, aunque durante la Segunda Guerra Mundial no hubo torneo en 1942 ni en 1946. La Copa del Mundo femenina, por su parte, también ha sido un evento cuatrienal desde 1991, cuando se organizó por primera vez. «El objetivo es seguir mejorando la calidad del fútbol, paralelamente a la frecuencia de las competiciones y las reglas del juego», insistía recientemente Wenger en una entrevista en la que negó que jugar un Mundial cada dos años suponga más partidos a lo largo de la temporada. Menos convocatorias «No habrá más que antes porque a los futbolistas las selecciones les convocarán menos veces. Además, se fijaría un periodo de descanso obligatorio para los jugadores de 25 días como mínimo después de las fases finales», explicó el francés. La FIFA, sin embargo, se muestra aún más ambiciosa y, en un calendario en el que actualmente apenas existen fechas libres, también le gustaría diseñar una Eurocopa cada dos años, lo que conllevaría que al final de cada temporada habría una gran competición de selecciones. A cada año de Mundial le seguiría uno de Eurocopa, un ritmo frenético que genera dudas en los protagonistas del balón. En la reciente concentración con la selección española, Sergio Busquets mostró sus recelos a la posibilidad de programar un Mundial cada dos años. «Tenemos poca voz en todo esto, pero creo que va a ser muy difícil. Va a haber un momento en que el jugador va a explotar y hay que sentarse y valorarlo todo desde muchos puntos de vista y no solo desde el querer más». El debate, sin embargo, está abierto porque otras figuras, como Gareth Southgate, seleccionador inglés, dejan la puerta abierta. «No hay razón para que no pueda ser», afirmó el técnico, que reconoció haberse reunido con Wenger. Creo que todo el calendario necesita una revisión y estoy de acuerdo con el concepto de crear partidos de mayor calidad». Ronaldo Nazario se unió ayer al debate al asegurar que cuatro años entre cada Copa del Mundo «es demasiado tiempo. Tener la competición más importante del mundo cada dos años sería espectacular». La hoja de ruta de la reestructuración que quiere acometer la FIFA pasaría por agrupar los partidos de calificación para los campeonatos internacionales en una sola ventana, en octubre, y cada año al final de la temporada se celebraría la fase final del Mundial o de la Eurocopa, de forma alternativa. «No hay ningún interés económico detrás», aseguró Wenger, que sí se mostró partidario de suprimir competiciones de nueva creación como la Liga de las Naciones. «No se trata de multiplicar las competiciones sino de concentrarse en las grandes porque la afición lo que pide son más partidos importantes, con emoción y más frecuentes, no que las calificaciones se prolonguen durante un año y medio». El planteamiento de la FIFA pasa por mantener el Mundial de Catar 2022, la Eurocopa 2024 (Alemania), la Copa del Mundo 2026 (Estados Unidos, México y Canadá), para acometer la reforma ya a partir de 2028.
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