Menos fresco física y mentalmente, el Real Madrid soportó su segundo empate en esta Liga. Ancelotti tiene razón en la revolución que vive el fútbol. Hoy en día, la potencia física es más importante que nunca para ganar y esta vez le faltó a su equipo. Presionar desde arriba los 90 minutos es la nueva ley del fútbol para triunfar. El técnico italiano se equivocó al realizar el experimento de Valverde como lateral derecho y Asensio como interior por esa banda, porque ninguno de los dos jugó en su verdadero puesto, y tuvo que sacar a Camavinga en el descanso con el reto de conseguir el poderío necesario para plantar cara a un partido que el Villarreal manejó bien. Benzema, esta vez, no tuvo opciones. Los jugadores blancos y Butragueño, portavoz del club, se quejaron de un penalti claro cometido sobre Nacho El francés, de 18 años, es el nuevo ídolo del madridismo. Es el futbolista más coreado por la afición cuando se anuncia su nombre, aunque sea en la lista de suplentes, y es aplaudido desde la grada hasta en los calentamientos. Entró al campo el chaval y el Real Madrid mejoró. Pasó de ser dominado a dominador, pero el peligro del contragolpe del adversario aumentó. El ritmo que el muchacho le inyecta al fútbol es adrenalina en vena. El público está encantado con su velocidad, su nervio y ese pelo enjaretado que vuela a su misma velocidad. La inclusión de «Cama», como le llaman en el césped, permitió al entrenador colocar bien al conjunto blanco. El francés ejerció de interior izquierda, para no chocar con Casemiro por el centro, mientras que Modric jugó por fin en su sitio, por la derecha. Este chico que acaba de obtener la mayoría de edad se ha ganado el sitio en tres semanas. Corre tanto que lleva las medias bajadas. Si las dobla arriba le molestan. Molesto estuvo el Real Madrid en el partido. Sufrió ante el cuadro visitante. Camavinga le puso ardor al encuentro, pero él solo no podía cambiar la situación. Todo el fútbol de ataque pasaba por las botas del chico, que enlazaba con Benzema, Vinicius y Nacho. Se cambió de zona, a la derecha, para buscar pasillos ante la trenzada retaguardia amarilla. Ancelotti intentaba encontrar resquicios por todos los lados y el descaro del chico francés era necesario. No fue posible. Salió Hazard para añadir más calidad ofensiva al ataque local ante el rival más difícil ante el que se ha topado el Real Madrid esta temporada. Camavinga jugaba ya al borde del área enemiga, en pleno mando de su equipo, para cazar algún remate. No lo logró. El Villarreal aguantó el tipo y frenó la euforia madridista. El líder acusó un desgaste que se tradujo en falta de ideas en la hora de la verdad.
De Deportes https://ift.tt/3zIe6uX
0 comentarios:
Publicar un comentario