Pertrechados con una buena mochila, donde no falte el agua y algo de comida para evitar ‘pájaras’, o con la bici lista para hacer kilómetros, los amantes de la naturaleza que no tengan coche no tienen excusas: desde hace diez años, se proponen casi medio centenar de rutas verdes a las que se puede llegar en transporte público. Para los que no quieran arriesgarse a encontrarse los aparcamientos de la sierra repletos, o no quieran lidiar con el atasco para llegar o al marcharse. El aniversario de estos diez años de rutas verdes lo celebran en el Consorcio Regional de Transportes, promotor de estas rutas, poniendo en marcha otras cinco, una de las cuales incluye un espectacular descenso del Manzanares, desde la Bola del Mundo al río Jarama. Todo un reto. Más posibilidades Tanto ciclistas como senderistas cuentan, ahora, con cinco caminos más a sumarse a la cuarentena que ya existían. Yque son, todos ellos, accesibles en transporte público. Tres de las rutas, unidas, forman la cuarta, el descenso del Manzanares: 117 kilómetros desde su nacimiento a su confluencia con el Jarama. Y la quinta pasa por el carril bici de la carretera de Colmenar Viejo. Una de las nuevas posibilidades es la ruta Manzanares el Real-Colmenar Viejo;otra, une Colmenar Viejo con Tres Cantos. La tercera va de Tres Cantos a El Pardo. La cuarta, unión de las anteriores, es el descenso del Manzanares, que comienza en el corazón del Parque Nacional de Guadarrama, atraviesa dos parques regionales, pasa junto a una decena de puentes históricos y tres presas y recorre los vestigios del viejo Canal del Manzanares. Visto su tamaño –117 kilómetros–, se ha dividido en siete tramos con un kilometraje asequible a todo tipo de usuarios, y todos ellos conectados a la red de transporte público con el fin de no depender del automóvil. Garantiza una conexión a la red de transporte público tanto en el comienzo como en el final de la ruta, e incluso en algún punto intermedio. Para que quien se atreva con todo el itinerario, o los que sean más discretos y opten sólo por una parte del mismo, tengan siempre una vía de escape en forma de estación de Cercanías o autobús interurbano. Por este descenso es posible atravesar desde las altas cimas de la Pedriza del Manzanares, a los encinares interminables del Monte del Pardo, olvidar por un rato la sierra para atravesar el parque de Madrid Río, en plena capital, y finalizar oteando los sotos y lagunas del Parque Regional del Sureste, esos grandes desconocidos. Recorridos completos Por lo que se refiere a la quinta ruta, el itinerario une Madrid con Soto del Real, por el popular carril bici de la Carretera de Colmenar aque utilizan tantos ciclistas madrileños. Para los que no lo sepan, se puede llegar a ella desde la estación de Metro de Montecarmelo, o la de Cercanías de Fuencarral. Todos estos itinerarios –incluidos estos cinco últimas recién estrenados– pueden descargarse en su recorrido completo en la página web del Consorcio Regional de Transportes. Todos los itinerarios, incluidos los cinco que se estrenan ahora, son accesibles mediante Cercanías, Metro o bus La idea de poner en marcha estas rutas verdes surgió hace diez años, en 2011. Entonces, en el Consorcio propusieron ofertas de ocio y deporte que no dependieran del vehículo privado. La masificación de muchas zonas verdes y, sobre todo, de los aparcamientos públicos en los puntos estratégicos de la sierra madrileña, hacían aconsejable algún sistema que permitiera a ciclistas y amantes del senderismo llegar hasta los puntos de inicio de sus rutas sin necesidad de usar su coche. De este modo, nacieron estos itinerarios que ahora son ya 42, y que recorren un total de 707 kilómetros, atravesando a su paso una treintena larga de municipios en la Comunidad de Madrid. En Metro, tren o bus A ellas se accede mediante Cercanías, Metro, Metro Ligero o los clásicos autobuses verdes, los interurbanos del Consorcio Regional de Transportes. Esto hace que cada vez sea más frecuente la estampa de ciclistas en el tren o en los andenes del Metro durante los fines de semana, o de mochileros dormitando su cansancio tras acabar la ruta en el autobús, o esperando pacientemente a que llegue a los pies de Peñalara, en la Venta Marcelino, o en pleno Puerto de Navacerrada. En las indicaciones que marca el Consorcio Regional de Transportes en su web, se explica no sólo por dónde transcurre cada ruta y sus conexiones con la red de transporte público, sino también la distancia en kilómetros de la misma, e incluso una valoración sobre el grado de dificultad que supone recorrerla. Todos estos datos y muchos más, sobre las riquezas naturales o artísticas que se encuentran por el camino, aparecen en el Libro de Ruta con que cuenta cada una de ellas, que se puede descargar de la página web del Consorcio, y también está disponible para dispositivos móviles. Excursionistas tomando el autobús en la sierra - COMUNIDAD A tiro de piedra con el abono y unas buenas botas Cada ruta tiene un número, que responde a un criterio de ordenación similar al de las carreteras radiales de Madrid:en el sentido de las agujas del reloj, de la A-1 a la A-6. Hay también un sector central para las rutas que se desarrollan en el ámbito metropolitano de la ciudad de Madrid y su círculo inmediato. Estas suelen estar siempre conectadas con el Anillo Verde Ciclista. Con esta alternativa, ni los fines de semana con más atascos de tráfico servirán de excusa para darse un buen paseo por la montaña madrileña: todo está a tiro de piedra utilizando el abono transporte y unas buenas botas pra caminar.
De España https://ift.tt/2XUyxrJ
domingo, 26 de septiembre de 2021
Home »
España
» Diez años de rutas sin coche por la sierra de Madrid: del espectacular descenso del Manzanares a la Bola del Mundo
0 comentarios:
Publicar un comentario