domingo, 2 de abril de 2023

Otra herocidad silenciosa de Correa

PESTAÑA j27-atleticomadrid-betis-liga22/23 Crónica 4 Uno, dos, tres, cuatro y gol. Una maravilla de Correa, que se fue primero de Pezzella y de Ruibal a trompicones, con suerte, y luego de Luiz Felipe y Miranda con magia y habilidad, desanudó un partido parejo que el Atlético y el Betis vivieron con la Champions en el cogote. Los rojiblancos se asientan en la tercera plaza y prolongan su escalada tras el Mundial. Otra vez gracias a su empleado del mes, de todos los meses, que hace méritos, muchos y poco reconocidos, y nunca se queja. Ese tipo es un tesoro. El Atlético 2023 juega lo que quiere. O quiere jugar, lo que le distancia del Atlético 2022, de muchos de los Atléticos de Simeone , y además lo consigue. Porque puede y sabe, sus futbolistas son capaces pese a lo que gritaban los encubridores del régimen o a lo que insinuaban sus desconcertantes actuaciones personales, cuando jugaban a no jugar. No jugaban antes (son básicamente los mismos) porque no lo pretendían. Pero reunían y reúnen técnica, velocidad, criterio, talento y facultades para manejar el balón y disfrutarlo, a veces en corto y al primer toque, a veces con cambios de juego en largo, con regates, con carreras hasta la línea de fondo, con emboscadas por los costados... con repertorio. At. Madrid - Betis Liga 22-23 / 27ª jornada At.Madrid: Oblak; Nahuel, Savic, Giménez, Hermoso, Carrasco; Llorente, Koke, Lemar; Griezmann y Morata. Betis: Rui Silva; Ruibal, Pezzella, Luiz Felipe, Miranda; Guido, Carvalho; Luiz Henrique, Rodri, Ayoze; y Borja Iglesias. Goles: 0-1 Árbitro: Martínez Munuera. El más iluminado es Griezmann, al que no hace mucho le tenían de obrero principal más que de primer arquitecto, pero brillan muchos. Desde Hermoso, desconocido y crecido, con una zurda meticulosa, hasta Nahuel, de repente un lateral de verdad y no uno postizo. Y Koke, y Lemar, y Carrasco y Llorente, que se parecen a los del título de Liga. Y Morata, el nueve que trabaja más en la ayuda del trámite y la recuperación que en el remate. El Atlético 2023 genera su primera ocasión en el minuto 2 (cabezazo rosa de Griezmann) y no se siente mal por seguir intentándolo. El Betis lleva más tiempo jugando. Su versión 2023 es la misma que la de 2022 y que la de 2021. Cambian algunos nombres, no por propia voluntad, pero la intención y el buen gusto son los mismos. Ayer sin Fekir, que lleva tiempo en el hospital para desgracia del fútbol, y sin Canales, al que una sanción incomprensible y llena de agravio mantiene unos partidos preso, pero aún con Carvalho y su gobierno criterioso, con Luiz Henrique y sus amenazas en el regate o con Rodri, un espectáculo. Cada vez que coge el balón cuenta una mentira, amaga y amaga, y no lo pierde. Noticias Relacionadas estandar No Atlético de madrid Griezmann, el degradado mejor jugador de la Liga José Ignacio Fernández estandar No FÚtbol Canales ya conoce su castigo por acusar a Mateu Lahoz: cuatro partidos de sanción S. D. Con todo, la munición del Betis llegó inicialmente más bien por favores del rival, de un Savic fallón concretamente, que por pericia propia. De hecho sus primeras visitas no acabaron en la red por responsabilidad personal de Borja Iglesias, que se confundió en cada una de las respuestas. Desperdició un tres contra uno y un mano a mano frente a Oblak. No pareció internacional. Bueno, o sí, pero con De la Fuente, como si todavía estuviera a sus órdenes en el bochorno de Escocia. Cierto es que lo que prometía el duelo en los primeros minutos, cuando se juntaron las mejores sensaciones del Atlético 2023 y el Betis de Pellegrini, un rato de gran fútbol, se fue apagando con el devenir del encuentro. No fue nunca la hemorragia ofensiva rojiblanca de sus dos exhibiciones locales más recientes, rotas por el parón de selecciones, posiblemente porque el control fue cayendo del lado verdiblanco, que tampoco se mostró muy entusiasta. Más defensivo que nunca. Entretenido partido, pero empañado de 0-0. De repente, Correíta La segunda mitad no recuperó la gracia. Giménez se encontró el larguero en un cabezazo al final de un córner botado por Griezmann y el Atlético se quedó más la pelota, pero careció de rapidez y movilidad. Estaba en juego el porvenir de Champions de ambos equipos, con más peligro para los de fuera que los de casa (seis puntos), y quizás fue eso lo que los condicionó. Las sustituciones agitaron algo la contienda, la reabrieron. Carrasco probó a Rui Silva y Miranda a Oblak. El Betis trató de sacudirse el agobio con posesión y arreones. El Atlético persiguió más el gol en el tramo final, pero fue Correa el que se lo inventó. Con su perseverancia de costumbre, su ingenio raro y su silenciosa y acostumbrada heroicidad. Con otra maravilla que, como siempre, pronto se caerá del titular.

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