A un partido del Mundial. A la selección ucraniana solo le falta un paso para meterse en la fase de grupos de Qatar 2022. A pesar de todas las dificultades de la guerra, el conjunto de Oleksandr Petrakov logró derrotar por 3 a 1 a Escocia el jueves en el partido de Glasgow. Ahora, la Gales de Gareth Bale, a la que se enfrentará este domingo a las 18.00 horas, es el único obstáculo que se interpone en su camino antes de llegar a la meta. Desde hace tres meses, los jugadores ucranianos no tiene posibilidad de entrenar ni medirse con rivales de su propio nivel. En febrero, al estallar la guerra, el campeonato local fue suspendido y los equipos se retiraron de todas las competiciones internacionales. Solo unos pocos afortunados lograron encontrar un nuevo contrato con otros conjuntos e irse durante un mercado de 'excepción', creado por la FIFA, donde solamente los jugadores de las ligas de Rusia y Ucrania podían moverse. La Federación Mundial de Fútbol, después, aplazó los partidos de clasificación de Ucrania. La invasión de Rusia provocó una reacción fuerte por parte de los jugadores del país, como el centrocampista del Manchester City Oleksandr Zinchenko, que se expresó duramente contra el presidente ruso, Vladimir Putin. Otro ejemplo fue Andrij Shevchenko, ex entrenador de la selección de su país e histórico jugador, que se expuso en favor de su pueblo públicamente. Durante estos meses la organización en el ámbito futbolístico no fue fácil. El equipo decidió concentrarse en una localidad tranquila de Eslovenia (Brdo), pero no todos pudieron llegar en el mismo momento a causa de las difíciles condiciones del país. Cuando lograron reunirse surgieron otros problemas, como encontrar un equipo o una selección dispuesta a jugar contra ellos para entrenarse y así medir el nivel futbolístico después de tanto tiempo sin actividad. Solamente a comienzos de mayo algunos clubes se ofrecieron para ayudarlos en la preparación para la clasificación. Antes del partido del jueves, el conjunto sólo jugó tres amistosos que le permitieron juntar ideas y sobre todo fuerza. El fútbol puede ser un arma social como demostraron las palabras del presidente Vlodomir Zelenski: «¡Hay momentos en los cuales no sirven muchas palabras! ¡Gracias muchachos! Dos horas de felicidad a las que no estamos habituados», escribió en Telegram para agradecer a los jugadores después de la victoria contra Escocia. Ahora solo falta un último duelo para llegar sellar la clasificación para el Mundial, un objetivo que hace tres meses parecía imposible, por la posición del país y por la invasión rusa, mientras que ahora se ha convertido en una necesidad. El equipo con el que se medirán es la Gales de Gareth Bale. En Cardiff y con su selección, el ex del Madrid, siempre ha encontrado su mejor forma en el combinado nacional, sobre todo en los últimos años, cuando las relaciones con el club español estaban lejos de ser idílicas. Al mismo tiempo que Ucrania, los 'Dragones Rojos' buscan una clasificación para la Copa del Mundo a la no acuden desde hace 64 años, cuando en Suecia (1958) llegaron a los cuartos de final. . Ucrania también busca su segunda edición después de la del 2006, donde llegaron a cuartos. Esta vez no es solo deporte, no es solo fútbol, sino rescate, libertad y felicidad por un país que vive 'ahogado' desde hace demasiado tiempo.
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