El calendario es largo y las obras, faraónicas. El macroproyecto de Madrid Nuevo Norte , una 'city' atravesada por un pulmón verde en uno de los distritos más ricos de la capital, tiene un largo camino por recorrer. Aunque las primeras actuaciones están en marcha desde hace meses, la última piedra no llegará hasta 2040, cuando Adif culmine la gran estación de Chamartín, siete años después del mayúsculo desafío de ingeniería: tapar las vías ferroviarias que parten el norte de la ciudad en dos. Los tiempos y las competencias están establecidos y el Ayuntamiento de Madrid ha sido el primero en dar luz verde al convenio de colaboración rubricado por Cibeles, la Comunidad de Madrid, Adif y Distrito Castellana Norte. El acuerdo entre las partes ya se firmó en julio del año pasado, en una de las cuatro torres de Madrid, los rascacielos que sobrevuelan los 3,3 millones de metros cuadrados, unos 460 estadios de fútbol, que ocupará este mastodóntico proyecto de transformación urbanística. El «paso importantísimo» que se dio este jueves, en palabras del delegado de Desarrollo Urbano del consistorio, Mariano Fuentes (Cs), es el primer trámite hacia la coordinación y ejecución de sus grandes infraestructuras. La Junta de Gobierno aprobó el convenio de colaboración y ahora es el turno de los respectivos órganos de gobierno del Ejecutivo regional y Adif. Algunas obras ya han comenzado, como la remodelación del Nudo Norte que borrará el 'scalextric' convertido en uno de los puntos negros de la circulación madrileña. Y la cubrición de las vías ferroviarias, que se alargará hasta 2040. Estos trabajos avanzan «a un ritmo todavía lento por el tráfico ferroviario de Chamartín», reconoció este jueves Fuentes, pero en breve se ejecutarán los pilares que sustentarán la losa de hormigón sobre la que crecerá el Parque Central. El proyecto ganador, anunciado esta misma semana, del estudio holandés West 8 y Porras Guadiana —autores de Madrid Río y la nueva plaza de España—, contará con más de 14,5 hectáreas de superficie, jardines de lluvia, parterres de polinización, huertos urbanos y una gran pradera. Redacción de proyectos Mucho antes de que se materialice este sueño verde, hay un sinfín de trabajos que ordenar y encajar en el calendario durante las próximas dos décadas. La programación, que cuenta con el visto bueno de la Comisión de Seguimiento del Convenio presidida por el consistorio, empieza este mismo año con la redacción de los proyectos para ampliar la depuradora de Valdebebas, remodelar el Nudo Fuencarral, trasladar las cocheras de la EMT (Empresa Municipal de Transportes) a Las Tablas, construir la nueva línea 10 de Metro y redistribuir las instalaciones del Canal de Isabel II. Cada parte se encarga de un pedazo del millonario pastel. El ayuntamiento acometerá la ampliación de la depuradora de Valdebebas, que terminará a lo largo de 2026; las remodelaciones del Nudo Fuencarral, para 2029, y del Nudo Norte, cuya segunda fase culminará al año siguiente; y la cubrición del final de la Castellana, entre 2028 y 2031. Todas estas obras costarán 410,5 millones de euros a las arcas municipales. El Centro de Operaciones de Fuencarral de la EMT se desplazará definitivamente a Las Tablas en 2026, con un desembolso de 270 millones. La Comunidad de Madrid invertirá otros 275,4 millones en la red de transporte: el intercambiador subterráneo de Chamartín, que estará listo en 2028, y las tres nuevas paradas de la línea 10 de Metro, finiquitadas un año más tarde. El complejo ferroviario de la Estación Madrid-Chamartín será la guinda en manos de Adif que no verá la luz hasta 2040. El administrador estatal pagará 1.000 millones de euros por esta colosal obra, por tapar los 200.000 metros cuadrados de vías del tren y por erigir la estación de cercanías Fuencarral-Malmea, que concluirá a finales de 2028. Por último, el promotor de la 'city', Distrito Castellana Norte —formado por BBVA, Merlin Properties y la constructora San José—, sufragará la reposición del Canal de Isabel II, con 79,6 millones de euros, y la prolongación de la línea 10 del suburbano, por 141 millones. Hasta 2020, los vetos políticos de las distintas administraciones impidieron el despegue de lo que nació como Operación Chamartín, un plan maldito y bloqueado durante 25 años. Hace dos, la Comunidad de Madrid apoyó la modificación del Plan General de Ordenación Urbana para, de una vez por todas, soterrar las vías ferroviarias, cerrar esta brecha urbana y tender un puente entre la plaza de Castilla y la avenida de Burgos. En 2040, el norte de Madrid lucirá 400.000 metros cuadrados de zonas verdes, 295.000 metros cuadrados de uso público, 10.500 nuevas viviendas y un nodo de transporte para el paso de 120.000 personas. Al menos, según el calendario provisional.De España https://ift.tt/kezx4WO
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