El mejor homenaje a Pablo Laso

Se descorchó el WiZink Center tras el pitido final. El Real Madrid lo había hecho, había ganado el título de liga tras rozar las descomposición durante varios tramos de la temporada. Las lesiones, el Covid, los problemas extradeportivos… todos fueron males a los que los blancos supieron decir ‘no’. Prosiguieron en su empeño y, como premio, el confeti voló sobre la afición madridista en el último partido de la temporada. Más allá del éxito deportivo, la celebración tuvo unos tintes muy emotivos, el colofón perfecto. Cuando Llull recibió el trofeo y todo el recinto se preparaba para quedarse afónico, el capitán pidió calma. Del grupo madridista emergió Pablo Laso, que hacía su primera aparición pública desde que sufriera un infarto de miocardio a principios de mes. Fue el técnico vitoriano quien levantó el título liguero, el sexto que conquista desde que llegara al banquillo del equipo hace once años y su título número 22 como líder del Madrid. Tras el gesto, pupilo y maestro se fundieron en un abrazo que pareció eterno ante la satisfecha grada del estadio madrileño. «Al mejor entrenador de Europa, a Pablo Laso», dijo Chus Mateo, segundo del vasco, que ha asumido la dirección del equipo durante su baja, cuando fue preguntado a quién iba dedicado el título número 36 de la historia del Real Madrid, el primero desde 2019. «Hemos sido perseverantes, hemos luchado y hemos buscado la victoria sin cesar. Sabíamos que podíamos, pero teníamos que conseguirlo. Ha sido un año muy duro», reconocía el técnico madrileño, al que todos buscaban tras confirmarse el triunfo ante el Barça. Incluso los jugadores azulgranas, pese a la derrota, tuvieron gestos amables con Laso. Nikola Mirotic, estrella de los catalanes y que jugó a las órdenes del vasco durante su etapa en el Real Madrid, charló con su exentrenador durante unos segundos antes de abandonar la pista. Ya en la zona mixta, el montenegrino puso en palabras la obviedad. «La temporada ha sido un poco fracaso. Somos el Barça, tenemos que aspirar a mucho más». Una imagen, la de los jugadores azulgranas, que chocaba enormemente con la de los blancos, desatados en la celebración. Causeur, de los mejores en el cuarto y decisivo partido, se mostró muy satisfecho tras conquistar el campeonato. «Teníamos que rematar el trabajo. Creo que los rebotes en ataque han sido clave. Somos un equipazo, pero a mí me gusta asumir responsabilidades. En el segundo partido fallé un tiro muy importante, pero terminar la final así, siendo diferencial, ha sido genial», explicaba el escolta francés, que acaba contrato este verano. Rudy Fernández y Hanga, asediados por las emociones, casi no pudieron responder a las preguntas de los periodistas. El alero español, al final, pudo explicar lo que el triunfo significa para él. «Para mí ha sido una temporada muy difícil. Pero quería regalarle a mi padre este título (falleció el pasado mayo) y al final he podido hacerlo. Con todo lo que nos ha pasado, hemos recibido el premio que merecemos como grupo».

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