Era una final europea pero parecía una fiesta española. El Lenovo Tenerife se proclamó en Bilbao campeón de la Champions League de baloncesto tras vencer al BAXI Manresa por 87-98. Los canarios triunfaron en buena medida gracias al infinito Marcelinho Huertas (38 años). El base italobrasileño, con una carrera envidiable, director en el pasado de varios de los equipos más reconocibles del planeta como Los Angeles Lakers o el Barcelona, vive un ocaso espectacular. Sumó 13 puntos y 14 asistencias para guiar a los suyos hasta el ansiado trofeo. Muy emocionado y envuelto en la bandera de Brasil, recibió el premio a mejor jugador del torneo y se fue del podio con una ovación cerrada. El Tenerife, además, reconquistó un título continental que ellos mismos estrenaron en 2017, cuando se llevaron la primera edición del torneo. Todo el pabellón acabó aplaudiendo, incluso los derrotados, porque el baloncesto nacional sonríe en Europa: las últimas tres ediciones de la Champions, la tercera conmpetición continental tras la Euroliga y la Eurocup, han acabado en manos españolas tras los sorprendentes triunfos del San Pablo Burgos en 2020 y 2021. Gloria canaria y decepción catalana. El Manresa cayó en una final dominada en su inicio y en su final, con mucha autoridad, por los pupilos de Txus Vidorreta, pero en el nudo lucharon como jabatos, liderados de forma excepcional por el nigeriano Chima Moneke (24 puntos y ocho rebotes). Un prodigio físico al que solo un golpe del pívot georgiano Shermanidi pudo frenar. Moneke acabó con la nariz taponada y los manresanos, sin su líder, sucumbieron ante el serio y ambicioso juego del Lenovo Tenerife.
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