domingo, 22 de mayo de 2022

La casa de Mbappé en Madrid, el poder de su madre y el desencanto del vestuario blanco

Es la última semana de mayo, fecha habitual de la final de la Champions, que el próximo sábado disputarán en Saint Denis Real Madrid y Liverpool, pero parece imposible que el foco se ponga ahí. El tsunami Mbappé continúa copando la atención mediática, no solo por el impacto de su inesperada decisión, sino por el tempo elegido para su anuncio, aún en plena competición para los blancos, así como por la resaca del mismo, que parece no tener fin. Este lunes, a las 15.00 horas, el jugador dará una rueda de prensa junto a Nasser Al Khelaifi, en el Parque de los Príncipes, para dar todas las explicaciones oportunas. También, ya a la caída del día, a las 20.00 horas, dará una entrevista en el informativo de más audiencia de TF1. Y antes, ayer mismo, puso sobre la mesa un aperitivo con una misiva que publicó en su cuenta de Twitter en la que, entre otros mensajes, dejó uno al Real Madrid: «Me gustaría agradecer de forma sincera al Real Madrid y a su presidente Florentino Pérez. Reconozco la suerte y el privilegio que supone ser deseado por una institución tan grande. No me cabe duda de su decepción, está a la altura de mis vacilaciones. Seré su primer aficionado en la final de la Champions League, en París, mi casa», argumentó Mbappé, buscando cerrar una herida cuyo tiempo de cicatrización se antoja largo. Nadie puede asegurar ahora mismo que la puerta del Madrid para Mbappé se ha cerrado para siempre, porque su nuevo contrato expira con solo 26 años, pero es evidente que lo último que piensa ahora mismo el club blanco y su gente es en volver a pelear por un futbolista que le ha dejado plantado ya en dos ocasiones. En esa misma carta, el francés agradeció también el apoyo, la paciencia y el cariño de Al Khelaifi y de los aficionados del PSG, y explicó de una particular manera su elección: «Desde muy pequeño, en lugar de soñar en la vida, he preferido vivir mis sueños. Es a la vez una elección, un principio y un privilegio. Desde muy niño, intento avanzar, de desafío en desafío. Desde muy niño, me construyo un camino hacia la cima, el que sea, pero siempre en guardia para respetar una línea de conducta en todos los ámbitos. Desde muy niño, me animan la misma pasión y la misma motivación. Esto provoca a veces incomprensión, pero asumo esta sinceridad que va con mi educación» Decepción en el vestuario El sábado por la tarde, minutos después de que un buen número de medios nacionales e internacionales informaran de la definitiva decisión de Kylian Mbappé, Karim Benzema hacía un pequeño paréntesis en su sábado de asueto familiar. Mano al móvil, dedo a la aplicación de Instagram y mensaje gráfico. El francés subió un ‘story’ donde mostraba una foto de su mano vendada con el dedo índice señalando el cielo, un cielo en el que estaba el escudo del Real Madrid. El significado era evidente: no hay nada ni nadie más grande que el club blanco. Tampoco su íntimo amigo Kylian Mbappé. El segundo capitán del Real Madrid, como el resto de sus compañeros, recibieron con decepción la decisión del futbolista francés. El pesimista runrún instalado en los despachos de Valdebebas desde el pasado martes también llegó al vestuario del primer equipo, conocedor de que algo importante había pasado en los últimos días que había puesto en peligro la operación, pero no se acababan de creer que la historia pudiera dar un giro de 180 grados, como así fue. Todos eran conocedores de que Mbappé ya había encontrado casa en La Moraleja, donde vive Karim, cuyo reducido círculo de confianza se había encargado de encontrarle a Kylian una vivienda en Madrid a la altura de sus expectativas. También a las de su ambiciosa madre, la figura familiar con mayor poder e influencia sobre Mbappé, como la describen quiénes la conocen. El elocuente mensaje en Instagram de Benzema fue secundado por más jugadores de la plantilla blanca como Lucas Vázquez, Rodrygo, Vinicius Jr o Valverde. Todos ellos con mensajes e imágenes de alta carga emocional, que es como ha sido la temporada blanca. El uruguayo fue el más contundente: «Ser del Madrid es un privilegio que no todos pueden tener», escribió Fede. Karim, ya a última hora del sábado, volvió a comunicarse con los 53 millones de seguidores que tiene en Instagram para subir otro story, esta vez más enigmático pero a la vez más potente que el primero. Una foto de Tupac, rapero afamado de finales del pasado siglo, que fue asesinado en Las Vegas en el año 1996. Según las investigaciones de aquel crimen, que nunca han podido ser demostradas, este fue cometido por sus rivales raperos de la Costa Este, entre los que se encontraba The Notorius B.I.G., y contó con la inesperada ayuda de amigos del propio Tupac, que le traicionaron para acabar con su vida. Pero la vida, y el fútbol, continúa, y el desencanto del vestuario del Real Madrid no tiene más recorrido que el contado. El equipo blanco, junto a su cuerpo técnico, empieza a preparar desde hoy la final de la Champions y no hay nada más importante para una entidad y un grupo de jugadores que ganar el torneo de clubes más prestigioso del mundo, y por decimocuarta vez. Mañana, la UEFA tiene programado el ‘media day’ del Madrid, en el que habrá rueda de prensa de Ancelotti, zona mixta y entrevistas personalizadas para televisiones con derechos y para el resto de medios de comunicación. Será difícil esquivar el asunto Mbappé, pero la final es lo único que le interesa ahora al Madrid.

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