El último saludo a los campeones: homenaje en el templo madridista

Las fiestas no acabaron en la noche de ayer. El equipo llegó en la jornada de hoy desde París y el programa era seguir la celebración que había comenzado este sábado con el pitido final de Turpin. Después de los saludos a las instituciones y el paseo por Cibeles ha sido el turno del estadio de la casa, el hogar que ha sido cómplice de las remontadas del conjunto blanco y que latió de alegría en las noches mágicas europeas. «Vaya temporada» dijo Ancelotti para explicar la locura del año del Madrid. Algo inesperado, un éxito brutal, así como la admiración que la afición ha regalado a los jugadores y al cuerpo técnico en el desfile. Las luces, la escenografía y la música han preparado el camino para una despedida perfecta. Los protagonistas de la decimocuarta han ido desfilando uno a uno, con el recibimiento de una ovación individual por un público desatado. Los más aclamados fueron, sin duda, Karim Benzema, invocado como futuro Balón de Oro y el capitán Marcelo. El brasileño rompió a llorar más de una vez durante la ceremonia, no pudo contenerse delante de los cánticos de su afición, sobre todo durante el momento más emocionante, al levantar la copa en frente de la que ha sido su casa por más de 10 años. Los jugadores subieron al palco montado para la ocasión y se soltaron cantando el himno del equipo, entre ellos el entrenador italiano y el delantero francés fueron los que lo entonaron con más energía de todo el grupo. La fiesta terminó con un espectacular juego de fuegos artificiales que iluminó el cielo de Madrid en una noche mágica, con una atmósfera única que convirtió el Bernabéu en una obra de arte. Al final, los jugadores bajaron para dar un último saludo a su gente, dos vueltas al campo para agradecer a la afición, con la copa llevada como testigo del esfuerzo hecho durante toda la temporada. La Champions League pasó de manos en manos, nadie la quería soltar por obvias razones. La noche se cerró con las fotos de los jugadores con familia e hijos que disfrutaron del césped para inmortalizar momentos que quedarán en la mente de muchos de ellos. La copa al final se quedará en el estadio que ha sido teatro y lo será seguramente de otras celebraciones. Este es el final de una temporada increíble para los blancos que puede dar inicio a un nuevo comienzo.

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