jueves, 16 de diciembre de 2021

Almeida fía los presupuestos al apoyo de los carmenistas tras el portazo de Vox

Llevaban dos meses esperando el momento, pero una hora ha bastado para escenificar la ruptura entre PP y Vox. José Luis Martínez-Almeida y Javier Ortega Smith se reunieron ayer a las 8.15 de la mañana para hablar de los presupuestos municipales del año que viene. El esperado encuentro se fraguó ya en el tiempo de descuento. El alcalde extendió 48 horas más el plazo para presentar enmiendas, con el fin de apurar la negociación. Pero el último cartucho del regidor para acercar posturas con el que hasta ahora era el ‘socio preferente’ concluyó con duros reproches entre las dos partes: «Traición», «decepción» o «paripé» fueron los calificativos que se intercambiaron. Para Vox el reflejo en las cuentas municipales de la nueva ordenanza de Movilidad –aprobada el pasado agosto para evitar el vacío legal que dejó la sentencia del Tribunal Supremo que anuló Madrid Central– es un escollo insalvable. «Es lamentable, es una traición a los madrileños; es una traición a lo que las urnas decidieron en mayo de 2019», afirmó, tajante, Ortega Smith. El tira y afloja de estas semanas concluyó ayer en un breve encuentro en el que nada parece que hará cambiar la postura a Vox en esta ocasión. «La decisión es firme, porque no ha habido ni el menor atisbo por parte del alcalde a abrir una oportunidad de retirar el Madrid Central ni a dejar de estar condicionado por la izquierda», sostuvo Ortega Smith, cuyo grupo ha presentado solo una enmienda a la totalidad del texto. Han sido dos meses en los que Almeida solo miraba a su derecha, pese a que los cuatro ediles escindidos de Más Madrid siempre han abierto la puerta a pactar partida a partida hasta llegar a un acuerdo. «Que le vaya bonito, con nosotros no cuente», le llegó a decir Ortega Smith a Almeida en el último pleno, cuyo partido ha rehusado incluso sentarse a dialogar. Una conversación que ayer se produjo, pero con tan poco éxito como se atisbaba. «No necesitaba dos meses para hacer un paripé. Uno no viene para sacarse una foto. Eso no ha sido una reunión, ha sido un frontón. Si no quiere hablar de los presupuestos, que no venga», le reprochó al término de la reunión el regidor, visiblemente molesto porque, además, será el único grupo municipal que no presente ni una enmienda parcial: «Eso es que ni siquiera se ha mirado los presupuestos, no quieren trabajar», se quejó. Aislamiento ‘escogido’ «Cuando hablamos del presupuesto me ha dicho que ‘tenía cosas buenas’», aseguró Almeida sobre la conversación entre los dos líderes. «Todo se resume en que Javier Ortega Smith pueda circular con su coche por Gran Vía. El viaje costará 60 millones de euros a los madrileños. He visto taxis más baratos», ironizó el edil popular que cree que Vox se está aplicando a sí mismo el cordón sanitario que pedía la izquierda.  Precisamente, este aislamiento es lo que han celebrado los cuatro concejales de Recupera Madrid, que no han ocultado su «satisfacción». En un primer momento, ante el inmovilismo de Vox, el gobierno de PPy Cs tanteó a los carmenistas para iniciar los contactos. La noche antes de que se concluyera el plazo de enmiendas les avanzaron que extenderían el periodo hasta ayer, dos días más de lo habitual. Quedaron en que les enviarían un documento marco sobre el que empezar a trabajar. Pero la respuesta a ese texto nunca llegó en esas 48 horas. Es por eso que también presentaron una enmienda a la totalidad, una baza que se guardan si el diálogo que ayer se reactivó no fructifica. «Es obvio que Vox sigue una estrategia nacional, pero por el camino no se dan cuenta de hasta qué punto van a fastidiar a los madrileños», criticó, por su parte, la vicealcaldesa, Begoña Villacís (Cs), que considera que «Vox no está haciendo política, está jugando». Fue ella la primera en descolgar ayer el teléfono para citar a la edil Marta Higueras, ex mano derecha de Manuela Carmena en el anterior mandato, tras concretarse el portazo de Vox. Horas más tarde, a las 17 horas, el concejal Luis Cueto y la delegada de Hacienda, Engracia Hidalgo (PP), se citaban para concretar medidas. Los carmenistas han planteado mejoras que modifican unos 200 millones de euros del presupuesto.Uno de sus objetivos es ahondar en la rebaja fiscal: quieren reducir el IBI al mínimo legal a aquellos que tienen un inmueble de menos de 300.000 euros y elevarlo al máximo a los grandes propietarios. «Aquí tiene un ofrecimiento honesto, pero las dos partes deben ceder», aseguró José Manuel Calvo, cuyo grupo celebró que «Madrid Central nació para limpiar el aire y resulta que también va a limpiar los presupuestos de Vox».

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