viernes, 24 de diciembre de 2021

Ter Stegen pierde sus alas

Marc-André Ter Stegen ha dejado de ser intocable. El portero del Barcelona llegó en 2014 procedente del Borussia Monchengladbach como una apuesta personal de Andoni Zubizarreta, aunque la secretaría técnica acumulaba infinidad de informes avalando su fichaje. Fueron los 12 millones de euros mejor invertidos del club catalán. El meta alemán minimizó el impacto de la marcha de Víctor Valdés y fue clave en la consecución de la Champions y la Copa en su primer año (la Liga la jugaba Claudio Bravo). Deslumbró con su juego de pies y enamoró al ‘soci’ con su integración en la vida catalana, desplazándose en transporte público y dejándose ver en los museos y restaurantes de la Ciudad Condal. Tras más de un lustro peleándole la supremacía en la Liga a Oblak y Courtois y generando un intenso debate en Alemania sobre si Neuer debía dar un paso al lado en la selección, el cancerbero parece haber perdido su magia y ya acumula demasiados partidos sin ser clave para el Barcelona. Antes salvaba puntos, ahora comete en cada partido algún error impropio de su categoría. Excesivos. Los números son elocuentes. Esta temporada ha encajado 28 goles en 22 partidos. El entorno culé achaca su bajo rendimiento a una cuestión física, focalizada en su rodilla, que le ha dado bastantes problemas. Todo se remonta a finales de la temporada 2019-20, cuando tras la humillante derrota ante el Bayern (2-8) tuvo que ser intervenido por el doctor Cugat de su tendón rotuliano. Quique Setién, entrenador del Barcelona en aquel momento, no supo hasta ese instante los problemas físicos que había estado sufriendo su portero, que no se lo había comunicado a nadie. Unas molestias que se han ido reproduciendo, como demuestra el «tratamiento terapéutico» al que se tuvo que someter en mayo en la misma rodilla, la derecha, y que le impidió disputar la Eurocopa. El doctor Hakan Alfredson fue el encargado de la intervención. Se perdió los dos primeros partidos de Liga. Regresó ante el Getafe y este pasado martes cumplió su partido 300 con la camiseta del Barcelona. Solo los porteros Víctor Valdés (536), Zubizarreta (410) y Sadurní (331) han jugado más partidos que él, aunque tendrá ocasión de mejorar sus números tras haber renovado hace un año (junto con Piqué, Lenglet y De Jong) su contrato hasta 2025. Precisamente, esta ampliación respondía a la necesidad del club de aplazar pagos salariales por el grave problema financiero en el que se encuentra, ya que desde la parcela deportiva empezaron a existir dudas sobre su estado físico y la posibilidad de que sus problemas articulares sean crónicos. De hecho, fuentes del club aseguran que no descartan que juegue cada partido con dolor, lo que repercute en su rendimiento. A examen hasta junio Ter Stegen tiene seis meses por delante para demostrar que merece seguir siendo el dueño de la portería del Camp Nou. Si no, estará en el mercado, porque Laporta piensa cumplir su máxima de que las derrotas conllevan consecuencias. «Si estuviera mal de la rodilla, no estaría aquí. Yo estoy bien, feliz con lo que hicimos este verano. Esta situación es difícil para todo el mundo. Si no te salen bien las cosas, hay algunos, los que llevan más años, a los que se apunta más. El partido 300 es muy especial para mí», se defiende el portero de las críticas.

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