miércoles, 29 de diciembre de 2021

Ómicron pone el fútbol patas arriba: menos público y equipos cogidos con pinzas

El impacto de Ómicron en el devenir de las competiciones deportivas en España empieza a provocar no solo bajas en las plantillas de los equipos, también daños económicos en los clubes. Según propuso ayer el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, desde el 1 de enero y hasta el 31 del mismo mes, en los deportes al aire libre profesionales podrá haber como máximo un 75% de público en las gradas (hasta ahora era el 1o0%), mientras que en los deportes profesionales en zonas cerradas el aforo se reducirá al 50% (hasta el momento era del 80%), una medida que afectará a los partidos de la ACB y la Euroliga. A partir de mañana, cuando se reanudará la Liga tras el parón navideño con el Valencia-Espanyol, los espectadores solo podrán ocupar tres cuartas partes del aforo de los estadios, otro golpe económico para el fútbol, el deporte profesional sin duda más perjudicado durante la pandemia en el asunto relacionado con la asistencia de aficionados. Los encuentros de la Copa del Rey de la próxima semana también sufrirán esa reducción de aforo. Mandan las comunidades Estas nuevas limitaciones suponen un paso atrás tras más de dos meses en los que espectadores han podido ocupar la totalidad del aforo de los estadios, aunque este retroceso puede resultar todavía más dañino. Serán las comunidades autónomas, como ocurría hasta ahora, las que tendrán la última palabra sobre el aforo total permitido en los campos de Primera y Segunda división. El máximo decretado por Sanidad es el 75%, pero puede ser inferior. De hecho, ya hay comunidades, como el País Vasco, que ha establecido un tope del 50% para los partidos de fútbol. Aparte del aforo, la ministra Carolina Darias puso el acento en más restricciones: «Se debe respetar el uso obligatorio de mascarillas, y no se puede comer ni fumar». La noticia no ha sentado demasiado bien a los clubes, ni tampoco a la patronal, porque entienden que se trata de una medida más populista que efectista. Todo un mes con estas restricciones supone otro mordisco a las cuentas de los equipos, ya bastante castigadas durante estos dos años de pandemia. Hay que recordar que tanto Primera como Segunda división fueron las dos últimas competiciones deportivas en recibir el permiso pertinente de las autoridades para volver a abrir las puertas de sus estadios, algo que sucede desde mediados de agosto, fecha en la que tuvo lugar el inicio de ambas ligas. La totalidad de la temporada 2020-21 se jugó sin público, mientras que en el resto de deportes, incluyendo las competiciones de fútbol no profesionales, sí pudieron acoger espectadores. La reducción de los aforos no fue la única novedad que trajo ayer la sexta ola de Covid al fútbol español. El acuerdo para bajar de diez a siete días la cuarentena de los positivos también tendrá su influencia en el día a día del deporte. La vuelta de las vacaciones ha traído consigo más de 80 positivos entre los veinte equipo de Primera y en torno a los 150 en lo que a los 22 equipos de Segunda se refiere, un elevado número que pone en jaque a todos los conjuntos. Por ejemplo, el Barça solo tiene disponibles nueve jugadores de la primera plantilla para el partido del domingo contra el Mallorca en Palma. El Rayo, con 17 contagiados en las últimas dos semanas, es otro de los equipos más afectados, como le sucede también a la Real Sociedad. En estos casos, como en el resto de equipos, la reducción de la cuarentena de diez a siete días ayudará a recuperar efectivos en un periodo más corto de tiempo, alivio para un cargado mes de enero en el que se juntarán jornadas de Liga con eliminatorias de Copa, además de la Supercopa de España, que se jugará en Riad entre el 12 y el 16 de ese mes. A pesar de los muchos partidos que se están aplazando en otros campeonatos, como en la Premier, parece muy complicado que en la Liga española se vaya a llegar a este extremo. El protocolo firmado por los 42 clubes de Primera y Segunda división hace que sea casi imposible que se pospongan encuentros. Si una plantilla tiene disponibles 13 jugadores, en los que como mínimo debe haber dos porteros y cinco jugadores del primer equipo, no hay opción ninguna a la suspensión, como se ha venido contado en los últimos días respecto del Atlético-Rayo del próximo domingo. Los franjirrojos ya se entrenaron ayer con diez jugadores de la primera plantilla y, aunque podrían pedirlo, de hacerlo recibirían un no por respuesta de LaLiga. No reúne los parámetros firmados y no habrá excepciones por parte de la patronal. Enfado «Una cosa es que juguemos, y otra será las condiciones en las que podamos hacerlo», explicaban ayer fuentes del Rayo a ABC. A pesar de tener el mínimo de jugadores disponibles, muchos llevan más de dos semanas parados entre la cuarentena y las vacaciones, lo que no son, a priori, las mejores condiciones para competir, pero las reglas de juego son iguales para todos, como recuerda LaLiga a este periódico. Todos los clubes firmaron libremente el protocolo y hay que ceñirse a él en estas próximas semanas, aunque haya partidos en los que un equipo llegue muy diezmado, como por ejemplo le sucedió al Madrid en San Mamés la pasada semana.

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