domingo, 4 de octubre de 2020

Objetivos de Abascal: tensionar al PP y promocionar a su candidato en Cataluña

Después de mantener la incertidumbre durante un mes, Vox registró el pasado martes en el Congreso de los Diputados su moción de censura contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Desde que el 29 de julio Santiago Abascal lanzara esta iniciativa en el Congreso de los Diputados, habían mantenido la incógnita sobre la fecha de presentación y sobre el candidato. Una manera de estar en el centro del debate político y atraer el foco mediático que, en definitiva, es el objetivo de esta moción de censura. Los últimos 40 años demuestran que estas iniciativas no sólo se utilizan para ganar, sino también como estrategia parlamentaria. Es legítimo y es el caso. Sin votos suficientes para que prospere, ya que Vox cuenta con 52 diputados -muy lejos de la mayoría absoluta- y hasta hoy ningún grupo parlamentario ha manifestado su intención de apoyarla, la moción tiene dos objetivos claros: desgastar al Partido Popular y promocionar al candidato de Vox en Cataluña, Ignacio Garriga. La formación de Abascal aprovechará así la repercusión mediática que durante todo un día tendrá su partido. La actualidad política girará en torno a este debate. Y aquí surge un nuevo atractivo para Vox: Abascal pordrá presentar las líneas maestras de su programa. La izquierda, a favor A la izquierda no le preocupa esta sesión parlamentaria, ya que incluso creen que les puede beneficiar dado que con casi total seguridad pondrá el foco en la división de la derecha y en la amenaza que supone Vox al PP, una circunstancia que movilizará a las bases del PSOE y Podemos. El espectáculo de ver a la derecha enfrentarse en el Parlamento juega a favor de la izquierda, que según todas las encuestas mantendrá la hegemonía política mientras exista esta división. Precisamente, uno de los objetivos de Abascal es tensionar al PP con la mirada puesta en conseguir convertirse en la primera fuerza política de la derecha. Los últimos sondeos reflejaban una leve caída de Vox y un ascenso de la formación de Casado a nivel nacional. Pero la situación es muy cambiante, y Vox quiere erigirse como la formación de la derecha que pone contra las cuerdas a Sánchez frente a un Casado tibio y cobarde. El efecto puede ser el contrario, ya que desde las filas del PP se intenta calar el mensaje de que «Vox se equivoca de enemigo», como ha señalado esta semana la portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra. Los populares insisten en que la moción de censura «da alas a Sánchez» y que éste «sabe que mientras Vox exista tiene asegurada La Moncloa», como así lo afirmó el secretario general del PP, Teodoro García Egea. Los populares desde el primer momento manifestaron su intención de no apoyar la moción de censura advirtiendo de que «no cuenten con nosotros para maniobras de distracción que refuercen al PSOE». Pero no apoyarla no significa que voten en contra; en este espacio cabe la abstención. Y es aquí donde está el debate, según las fuentes consultadas por ABC, que dejan la decisión en manos de los órganos de dirección del partido. Posiblemente la postura final se adopte en una Junta Directiva Nacional o en otros órgano de dirección para que Casado cuente con el respaldo de los dirigentes del partido. La decisión no es fácil y mucho menos la intervención que realice el diputado del que defienda el no o la abstención. A día de hoy, no está decidido que vaya a ser Pablo Casado quien suba a la tribuna de oradores del Congreso de los Diputados. «Habrá que ver si es Casado, o no», señalan a ABC Los rostros que pongan cara a la moción están siendo muy analizados. De hecho, Vox ha decidido dar protagonismo a su candidato a la Generalitat, el diputado por Barcelona, Ignacio Garriga. Un ejemplo de que la moción va a ser utilizada como plataforma para promocionarlo, en una situación electoral muy favorable para Vox, que puede irrumpir con una fuerza considerable en el Parlamento catalán. En esta formación política se han repartido los papeles. Garriga será el responsable de presentar la moción de censura y Santiago Abascal de defender su programa de gobierno, como candidato a sustituir a Sánchez. Pero el plan de Abascal está sometido a los tiempos que marque la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. Hasta ahora no se ha pronunciado sobre la fecha para la celebración del debate, que la decidirá el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en función del momento política que más le favorezca a él y más perjudique al PP.

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