domingo, 12 de junio de 2022

Mireya Arnedillo: «La dificultad del récord la marcan los 48 años que ha estado vigente»

El pasado 25 de mayo, durante el Mitin Iberoamericano de Huelva, la zaragozana Mireya Arnedillo rompió un registro histórico al mejorar el récord de España sub-20 del 1.500 femenino, el más antiguo del atletismo nacional. La joven atleta, nacida en marzo de 2003, paraba el crono ese día en 4:11.06, apenas 55 centésimas más rápido de lo que lo hizo en 1974 la también aragonesa, Carmen Valero, una de las pioneras de este deporte. Entrenada por Jesús Romero, Arnedillo es una de las grandes joyas del medio fondo español, con una hoja de servicios impecable en todas y cada una de las categorías inferiores por las que ya ha pasado. Con todo, asegura que lo mejor está aún por llegar. Su gran sueño es vestir los colores de España en una final olímpica. ¿Este récord era una obsesión o ha llegado un poco por sorpresa? Es cierto que el año pasado ya me quedé a un segundo, pero no era mi objetivo principal para este año. Mi entrenador siempre me ha transmitido que los récords vienen como un regalo, que el objetivo es batirse a uno mismo. Yo iba a Huelva con la intención de hacer marca personal porque estaba entrenando para ello y de rebote surgió ese récord. No era un objetivo, pero era algo que se podía esperar. Acabó con una marca con 48 años de vigencia. ¿Qué le dice eso? La dificultad del récord la pone ese número. Hasta pasados unos días no he sido consciente del valor que tenía, porque Carmen Valero lo hizo hace 48 años cuando la situación era incomparable a la de hoy. Ella tenía muchos menos medios y el día a día de la mujer en el deporte era muy complicado. Hay que seguir dándole valor a esa marca. ¿Qué le ha dicho Carmen Valero? Cuando me llamó estaba hablando con mi entrenador y en ese momento no pude cogerle el teléfono. Pero enseguida me mandó un mensaje de audio y su emoción era increíble. Se alegró muchísimo. Le habían avisado y no tardó nada en darme la enhorabuena.«El 1.500 engancha porque no es ni muy rápida ni demasiado larga, y ser protagonista en ella te hace especial» Parece un guiño del destino que haya sido otra atleta aragonesa quien supere esa marca... A Carmen la conocí hace tres años . Tuvimos la oportunidad de hacer una sesión de fotos juntas y ahí ya me dijo que siguiese entrenando tranquilamente, pero que me esperaban muchas cosas buenas. Y claro, te lo dice Carmen y te lo tienes que creer, aunque yo seguía un poco a lo mío sin ser consciente de la atleta tan importante que había sido ella... Pero hace poco vino a verme a Sabadell, donde hice el récord de 1.500 en pista cubierta, y ya me dijo a las claras que quería que mejorase ya su récord. ¿Qué tiene el 1.500 que lo convierte en tan especial? No es una carrera ni muy rápida ni demasiado larga. Por eso engancha. Tiene ese punto de emoción. Es muy bonita y completa, y ser protagonista de esa prueba te hace especial. Ahora mismo la alterna con el 800. ¿Seguirá así mucho tiempo? El 800 sí tiene un ritmo muy exigente desde el principio. Para cuando te quieres dar cuenta te están tocando ya la campana... Es cierto que por marcas podría enfocarme también en ella, y hasta donde pueda seguiré compaginando las dos, porque me gustan mucho. Al final, una es muy positiva para la otra. El 800 te da la chispa que necesitas cuando el 1.500 va muy rápido. ¿Habla alguna vez con su entrenador de marcas o está prohibido? Ponemos objetivos en los campeonatos, pero cuando me toca competir él nunca me dice la marca que puedo hacer. Mi intención como atleta es llegar a la meta completamente satisfecha y exhausta, sabiendo que lo he dado todo. La marca es consecuencia de eso. No es un tema prohibido, pero no presto mucha atención. Su salto de calidad ha coincidido con su primer curso de psicología en la Universidad. ¿Se puede con todo? Justo acabo de terminar los exámenes. Es verdad que ahora se junta viajar, entrenar, estudiar... y se hace muy cuesta arriba. Pero de momento lo llevo muy bien, me gusta mucho la carrera y tengo la suerte de que las amigas en la Universidad me ayudan. Marcas como la de Huelva, ¿compensan tanto sacrificio? Totalmente. Al final mi vida es ir a entrenar, volver a casa y esforzarse cada día. Que salgan marcas que reflejen ese esfuerzo compensa y me hace disfrutar aún más del camino. ¿Qué importancia tiene su familia en todo este trayecto? Mi madre siempre ha bailado la jota y mi padre practicó atletismo y fútbol. El deporte siempre ha estado presente en su vida y tanto a mi hermana como a mí nos han inculcado la importancia de hacer alguno, además de estudiar. A mí me ayuda a saber organizarme, intentar llegar a todo y marcarme objetivos.«Mi entrenador y yo tenemos claro cuándo empezar a correr de verdad, que es al llegar a la categoría absoluta» ¿Cómo se lleva con la presión? Ha sido una suerte que desde tan pequeña haya tenido que enfrentarme a ella. No es fácil llevarla, pero si te rodeas de gente que te aporta se encara de forma diferente. La clave es entrenar y currar a diario. Ese trabajo nadie te lo va a hacer y es el que te da confianza para que luego salgan las cosas de forma más fácil en la competición. Ahora que se empieza a hablar mucho de usted se escucha la frase de que va muy rápido y de que existe el riesgo de que se queme. ¿Cómo lo ve? Lo hemos leído todos. Desde pequeña he corrido mucho, pero he corrido entrenando acorde a mi edad, y vamos a seguir así. Jesús, mi entrenador, tiene claro cuándo tenemos que correr, que es al llegar a la categoría absoluta. Y si él lo tiene claro, yo solo puedo agradecerle que no tenga prisa, porque los atletas muchas veces sí la tenemos. Y al margen del atletismo, ¿qué le gusta hacer en su vida? Estar con mis amigos y también compartir ratitos de tranquilidad con mi familia o sola. En una vida de deportista y estudiante esos ratitos hacen mucha falta.

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