Inquietud en el Camp Nou e impotencia en las oficinas de Arístides Maillol. Joan Laporta asiste, maniatado, a la imparable proyección de Pablo Páez Gaviria, que a sus 17 años se confirma como una realidad y genera los elogios de propios y extraños, sin poder acabar de cerrar su ampliación de contrato. Sensaciones encontradas para el presidente, orgulloso y satisfecho, pero preocupado porque el centrocampista acaba su vinculación con el Barcelona el 30 de junio de 2023 y no hay músculo económico en la entidad para tentarle con una oferta que cumpla con sus expectativas económicas. Una cláusula de rescisión de 50 millones y sus exhibiciones con el club catalán y con la selección española le convierten en un caramelo para... Ver Más
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