Hace cuatro meses que José Ignacio Prades tomó las riendas de la selección de balonmano. Pero lleva toda la vida en los banquillos, estudioso de este deporte que se enorgullece ahora de haber dado otra muestra más de lo poderosas que son las jugadoras nacionales. Después de ayudar a conquistar la medalla de plata en 2019, es él quien ha mantenido a este grupo en la élite, dirigido el camino hasta la lucha por las medallas, con la oportunidad de sumar hoy (14.30 horas) contra Dinamarca un bronce en el Mundial de casa. En la conversación con ABC repite una palabra: «disfrutar». Lo que ha hecho él en un proceso que comenzó en solitario en septiembre y que ha mantenido un paso estupendo estos días. «Si hay alguna palabra clave que resuma lo que hemos hecho hasta aquí es disfrutar al máximo en la preparación, en cada entreno, en cada partido. Porque cuando trasladas eso a la pista, salen mejor las cosas». La selección ganó todos sus partidos en la ronda inicial y también en la segunda ronda. Y dejó su marca España en los cuartos de final ante Alemania y en semifinales ante Noruega. Garra, entrega, compromiso. Con victoria o sin ella. Había, admite el seleccionador, muchas ganas de hacerlo bien, en casa, con los pabellones llenos. «Notamos que hay mucha gente enganchada; sentir ese calor y ese cariño y todo lo que se está hablando: de un grupo unido, con muchísimos valores, es algo muy bonito y tiene un valor incalculable». Cohesión y compromiso Más allá de lo que se logre hoy, se queda con la esencia del grupo; la imagen de cohesión, compromiso y entrega que ha ofrecido en este Mundial. «El resultado son un par de números, y son importantes, claro, pero siempre hay algo más, las sensaciones que te ofrece el equipo. El deporte no son matemáticas. Por mucho que hagas las cosas bien, no puedes controlarlo todo. Depende que tengas un día no tan brillante o que el rival esté mejor que tú… hay que darle valor a las sensaciones y son buenísimas, a nivel deportivo, grupal».«No somos las más fuertes ni las más altas, pero España es siempre algo más. Hay que dar aire al equipo» El grupo ha mezclado bien sus cualidades, con veteranía en nombres como Carmen Martín o Silvia Navarro, con confirmaciones como la de Merche Castellanos, con aire fresco como el de Paula Arcos. Sin ser las más fuertes, ni las más altas, España siempre es algo más. Y Prades lo explica así: «La jugadora española es creativa, es veloz, es rápida, es inteligente. Tenemos esa suerte. Aúna esas características y fluyen de forma poco forzada. Aunque hay que mantener la disciplina, sobre todo técnicamente, y ceñirse a algún guión para navegar, hay que darle bastante aire a estas jugadoras». Y abunda en la respuesta poco después: «Compite muy bien, se adapta muy bien a las circunstancias, es una superviviente. Muy guerrera, juega bien sin balón, ataca los espacios, mueve muy rápido a la bola, creativa… Con esa magia a la que aquí le damos mucho valor, y también en el extranjero. No somos fuertes ni altas, pero somos diferentes. Y hay una fuerza grupal tremenda, que es la que a veces soluciona los problemas en los malos momentos y da los éxitos en los buenos». Equipo de trabajo Todas en conjunción, como la familia en la que se convierte el vestuario del balonmano español, con una comunicación fluida y en la que trata de que el pulsómetro de sus nervios desde la banda no se note en los tiempos muertos. «Si te ven confiado y tranquilo todo va a ir mejor. Eres tú el que les tienes que trasladar esa sensación. Convencerlas de que no tienen que hacer nada extraordinario, solo tener confianza en el mensaje que teníamos, en lo que se había hecho hasta el momento». Pero también subraya la importancia del cuerpo técnico, que es una piña con las jugadoras aunque él prefiera, por su forma de ser, apartarse de las celebraciones. «Tenemos la suerte de contar con un gran equipo de trabajo, compacto y todos en la misma línea; no solo somos Jorge Martínez, Imanol Álvarez, yo, que tenemos la fortuna de ser más visibles. Están María Navarro, Jessica Alonso, Verónica, César Flores, María Cadens, y José Luis y Ana Alonso trabajando con el vídeo. Un día normal nos levantamos, empezamos a ver partidos, los cortes que nos han hecho y pasamos el día de visionado, ajustando cosas para la siguiente sesión, analizando al rival. El día de descanso es para las jugadoras», sonríe.«Ojalá que el Mundial sirva para que jueguen más niñas y para recibir más visibilidad y reconocimiento» Para Prades, España ya se lleva un gran resultado. «En un Mundial en casa, todo el mundo podía anticipar que había presión y que podía jugar en contra. Transformamos esa presión en un alivio y las chicas han salido con responsabilidad, sabiendo que entre 2.000 y 4.000 personas las iban a apoyar en los peores momentos. El reto era superbonito, apasionante, todos esperaban lo máximo. Ha sido una pasada la predisposición de todas. Lo más complicado era llegar hasta semifinales y lo hicimos. Sí, hay que darle valor a lo que se ha hecho. No es sencillo llevar esta trayectoria. Es un mérito». También para él, en su primer gran reto al mando: «Es un orgullo. Defender el balonmano femenino en nuestro país, y también una gran responsabilidad y una satisfacción tremenda. Una oportunidad para darle visibilidad a nuestro deporte, y en concreto al femenino. Reivindicarlo en casa, ya no solo por nosotros, sino por los que no se ven, las jugadoras que han pasado por todas las categorías, por lo que han peleado para que siga mejorando. Ojalá que sirva de punto de inflexión, para recibir más visibilidad, enganche y reconocimiento. Para que jueguen más niñas».De Deportes https://ift.tt/3IXzT7L
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