miércoles, 15 de diciembre de 2021

El café de Florentino y Pintus que dio un vuelco a las lesiones

Es miércoles, 25 de noviembre de 2020. Aquel día otoñal del pasado año, el Real Madrid visitaba Milán para medirse al Inter en la cuarta jornada de la fase de grupos de la Champions. Por la mañana, horas antes de que el mundo del fútbol quedara en shock por la repentina muerte de Maradona, Florentino Pérez y Antonio Pintus compartían un encuentro en el Hotel Sheraton Milan San Siro, lugar en el que se alojaba el Madrid. El presidente blanco y el por entonces preparador físico del Inter tomaron un amistoso café que cimentó su vuelta al organigrama técnico del Madrid. Pintus fue el preparado físico en la primera etapa de Zidane, por expreso deseo del propio entrenador galo, que le consideraba el número uno en la materia. Su metodología fue una de las claves de aquella exitosa etapa en la que el Madrid ganó tres Champions consecutivas y el doblete en 2017. De ahí que, a pesar de la dimisión de francés en mayo de 2018, cinco días después de ganar la decimotercera, el italiano permaneciera en el equipo técnico con Lopetegui, el sucesor de Zidane. En el club le consideraban una pieza indispensable, estuviera quien estuviera en el banquillo, pero Zidane no lo entendió así. Su continuidad fue considerada por el francés una traición del preparador italiano. Con Lopetegui, Pintus nunca encontró química. De hecho, el entrenador vasco solía filtrar a sus allegados que él no era tanto como la gente decía y creía. Sí hubo más sintonía con Solari, pero el argentino también fue despedido y, nueve meses después de su estampida, regresó Zidane. Malas noticias para Pintus. Una vez acabada la temporada, el italiano lo puso fácil. Cogió las maletas y se marchó al Inter, y en su lugar llegó Dupont ‘el científico’, por petición de Zidane, pero resultó ser un desastre. Aquel cambio de preparador físico le hizo bastante daño a la plantilla, con el consecuente daño en número y relevancia de lesiones. No hay que irse muy lejos. La pasada temporada, el Madrid sufrió 61 lesiones, un número absolutamente inadmisible para una entidad deportiva de élite, e incompatible con la ganancia de títulos. El Barça, que cayó en octavos de Champions y acabó tercero LaLiga, fue el segundo equipo con más lesiones el curso pasado, 35, un 45% menos que el Madrid. El milagro fue que los blancos, en esas limitadas condiciones, llegaran vivos hasta el final para pelear la Liga y la Champions. Florentino, descontento con la parcela física desde la salida de Pintus, entendió que la única manera de ponerle solución era lograr la vuelta del italiano, y eso acordó con él verbalmente en aquel café en Milán el día de la muerte de Maradona. En ese momento, no tenía constancia de que Zidane fuera a marcharse del Madrid al finalizar la temporada, pero entendía que con o sin Zidane, el preparador físico del Madrid debía ser Pintus. Y así fue. Días después del anuncio del regreso de Ancelotti, se comunicó el de Pintus, un hombre muy querido y valorado en la directiva y en el vestuario: «La vigilancia sobre el todo y el individuo es ahora más grande, científica y consensuada», explican en el Madrid. El club ve clave la interrelación de Mihic, Pintus, y Ancelotti: «Las decisiones son consensuadas y los puntos de vista mucho más abiertos que en anteriores etapas, optándose siempre por una medida en la que todas las partes coinciden». Solo ocho lesiones El Madrid solo ha sufrido ocho lesiones en esta primera mitad de la temporada, lo que le proyecta a unas 16-18 a final del curso, un 70% menos que la temporada pasada. Excepto el caso imposible y endémico de Bale, el resto de lesiones de este curso han sido de poca importancia y corta duración. Mendy y Kroos, que empezaron la temporada recuperándose de dolencias de finales del ejercicio pasado, son ahora un ciclón. Carvajal, que sufrió cinco lesiones musculares la pasada temporada, está ya muy cerca de su mejor nivel. Modric, a sus 36 años, parece que acaba de cumplir 25. Casemiro, Alaba, Militao y Vinicius lo juegan todo y a gran nivel. Y el resultado está ahí. Es cierto que el factor suerte también ha puesto su granito de arena, pero la realidad es la que es. En estos momentos, el Madrid solo tiene un lesionado en la plantilla, Ceballos, y no es responsabilidad suya. Llegó roto de los Juegos y con un desacertado diagnóstico. El método Pintus vuelve a ser el jugador número 12.

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