martes, 1 de diciembre de 2020

Messi ya no es indispensable

En el fútbol, la memoria es débil y el tiempo efímero. Tanto como para que Leo Messi haya dejado de ser imprescindible en el Barcelona, dentro del campo y fuera de él. Si Ronald Koeman le ha excluido de las dos últimas convocatorias de Champions, algo impensable hace unos meses, la mayoría de los precandidatos que aspiran a suceder a Josep Maria Bartomeu se muestran tibios cuando se les cuestiona por la continuidad del rosarino. La grave situación económica que atraviesa el club, con pocos visos de reavivar a causa de la pandemia; el alto salario que percibe el futbolista, en torno a los 80 millones de euros anuales; su edad, en junio cumple 34 años; y el rendimiento que está ofreciendo esta temporada plantean serias dudas sobre la viabilidad de ampliar su contrato en las condiciones actuales y del impacto que tendría en el socio a la hora de acudir a las urnas. «No tiraría la casa por la ventana por Messi. Queremos que siga, pero si quiere tomar un camino distinto será su decisión. Continuaremos», asegura Pere Riera, uno de los precandidatos más desconocidos, pero que resume el sentir de una parte importante del socio culé, decepcionado por las formas en que el argentino quiso abandonar el club este pasado verano. La prueba de que Messi no aglutina en estos momentos la simpatía de la mayoría del Camp Nou se deduce de las palabras de Joan Laporta, que rehusó convertirle en uno de los puntos fuertes de su candidatura. «Me veo capaz, por el respeto y estimación que nos tenemos, de tener una conversación con él cuando corresponda para ayudarlo a decidir y que sea lo mejor para el Barça y para él», explicó el pasado lunes. En la última frase de Laporta, en la que desliza «lo que sea mejor para el Barça», queda patente la famélica situación de la tesorería, la necesidad de reducir gastos y, sobre todo, recortar en masa salarial. En este aspecto, el más claro es Toni Freixa, que se acoge a la fotografía actual del club para valorar la difícil continuidad de Messi. «La propuesta que se le planteará no será la misma que ha tenido hasta ahora porque han descendido los ingresos significativamente y habrá que encontrar otra fórmula. Hay que mirarle a los ojos y ver lo que cada uno quiere y lo que el club le puede ofrecer. No dependemos de nadie. Messi lo ha sido todo y tiene que seguir, pero algún día tendrá que irse. Y el día que ocurra, ojalá sea nunca, no es una cuestión que me quite el sueño», asegura el abogado. Un prudente discurso similar al de Xavier Vilajoana: «Si soy presidente me sentaré a hablar con él, a escucharle, y en función de eso le haré una propuesta». Generador de ingresos Otros precandidatos como Víctor Font, Jordi Farré o Emili Rousaud valoran la capacidad de Messi para generar ingresos para el club a la hora de estudiar su continuidad, aunque se sienten maniatados por los problemas de liquidez de la entidad. «Creemos que Messi y Barça ha de ser una asociación estratégica, va más allá de su retirada», explica Víctor Font, en una idea similar a la de Farré: «Tenemos un proyecto económico para juntar las marcas Barcelona y Messi. Es un proyecto brutal. Podemos convertir a Messi en el nuevo Jordan». Es una evidencia que la presencia del Barcelona en el mundo de la publicidad y los patrocinios tiene un precio mucho más alto con el «10» y su salida disminuirá los ingresos. Por ello, Emili Rousaud aboga que «el estadio se pase a llamar Camp Nou Leo Messi». «Si yo soy un patrocinador, ¿crees que me gustaría vi ncular el nombre de mi marca al de Messi? Yo creo que sí. Los jugadores franquicias ayudan a atraer ingresos al club». El 1 de enero podrá negociar libremente su futuro y Koeman trata de dosificarle para recuperar al genio de antaño. «Todavía sigue siendo un jugador importantísimo y decisivo en nuestro ataque», advierte el técnico.

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