
En la tregua de la primera ola de la pandemia, cuando el calor devolvía a la ciudad a la vida, sorprendió ver como algunos de los negocios que echaron el cierre, a priori temporal, por la crisis sanitaria no volvieron a levantarlo. Era verano y quienes sí lo hicieron se han enfrentado desde entonces a los meses más cruciales de su historia reciente, con la guadaña afilada sobre sus cuentas bancarias y sus vidas. Los números –ni por el volumen de clientes, ni por la facturación– han salido para casi nadie en una ciudad sin turistas, con miedos lógicos y con obligadas restricciones que han variado el paso de la normalidad. Madrid ha cambiado su paisaje a vista de peatón, con carteles de cese de...
Ver Más
De España https://ift.tt/3pe1ve6
0 comentarios:
Publicar un comentario