miércoles, 2 de diciembre de 2020

Los Presupuestos abren hoy una nueva etapa política al incorporar a los secesionistas como «socios de Estado»

El Congreso de los Diputados abrirá este jueves una nueva etapa política al aprobar el dictamen de los nuevos Presupuestos Generales. Unas cuentas que, por primera vez, contarán con el apoyo del partido heredero del brazo político de ETA, EH Bildu, y con el respaldo de otros dos grupos independentistas, ERC y PDeCat, implicados en el golpe a la Constitución del 1-O. La alianza de hoy consolida la elección que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, realizó para su investidura y pone fin a la cierta geometría variable que ha gastado en los últimos meses al negociar con Ciudadanos. La mayoría parlamentaria que hoy sacará las cuentas constituirá el soporte con el que Ejecutivo aspira a aprobar sus políticas durante los tres próximos años. Unas políticas que incluyen reformas económicas y sociales como nuevos cambios en el mercado laboral o en leyes como la de educación, que ya se está tramitando, y que el otro socio de la coalición, Unidas Podemos, quiere acompañar de cambios en la política territorial. «Tenemos la oportunidad de construir un país más plural, fraterno e inclusivo», señaló ayer el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en el Congreso tras asegurar que ERC, EH Bildu o el PDeCat «comprenden mejor» la Constitución que los diputados del PP y Vox. Ese modelo más inclusivo pasa por la plurinacionalidad. La mayoría que hoy dará luz verde a las cuentas «está llamada a no ser de unos Presupuestos» sino de legislatura y de «dirección de Estado», reiteró. Sánchez, por su parte, incidió ayer en que las nuevas cuentas serán el paso definitivo que permitirá «cambiar el rumbo de España». Un «punto de inflexión», remarcó. «Es importante, dejaremos atrás los viejos PGE para otro tiempo, y comienza, además de la aprobación de estos Presupuestos, lo más importante es que todos estemos a la altura, también el Gobierno, en el reto al que nos enfrentamos hasta 2023», añadió. Este lunes, la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, señalaba los tres objetivos que buscará extraer de su alianza con el Gobierno: «avanzar en la plurinacionalidad» del Estado, «transitar hacia una política penitenciaria que deje atrás la excepcionalidad» y más derechos sociales. El coordinador del grupo, Arnaldo Otegi añadió otro: un referéndum pactado y la suma siguió engordando ayer con la petición de una consulta para añadir Navarra al País Vasco. Todas estas reclamaciones de EH Bildu no son nuevas pero lo nuevo es su condición de aliado estable del Ejecutivo. ERC, por su parte, viene señalando en privado que su máxima prioridad es obtener la libertad para los presos del 1-O. El Gobierno debate qué fórmula emplear para contentar a su socio entre las dos opciones disponibles: la concesión del indulto aunque el Tribunal Supremo informe contrariamente o la reforma del Código Penal para rebajar el delito de sedición que se aplicaría retroactivamente. Ésta última sería más lenta y podría no llegar a tiempo para la campaña de las próximas elecciones catalanas del 14 de febrero, como reclaman tanto los independentistas como Unidas Podemos. PSOE y Podemos, en contra de elevar las ayudas El dictamen de las nuevas cuentas obtendrá hoy cerca de 190 apoyos en el hemiciclo (PSOE, Unidas Podemos, ERC, EH Bildu, PNV, PDeCat, Más País, Compromís, NC, Teruel Existe o el PRC). Pero pese a la holgura con la que se afronta la votación, el Gobierno ya ha tenido que encajar las primeras sorpresas desagradables durante el debate de enmiendas en el que la oposición ha unido fuerzas y ha logrado imponer su criterio en cuestiones sociales que pueden poner en un brete al Ejecutivo. Y es que pese a que el Gobierno ha insistido una y otra vez en que estas cuentas permitirán no dejar a nadie atrás y en que son las más sociales de la democracia, lo cierto es que muchas de las partidas de ayudas eran claramente insuficientes para fraguar un verdadero escudo social. Tanto es así que la oposición unió ayer fuerzas obligando al Ejecutivo a elevar los montos destinados a educación y dependencia, entre otras novedades, y poniendo en evidencia la debilidad de algunas de sus banderas. En concreto, la jornada se saldó con la aprobación de una dotación extra de 566 millones de euros al sistema para la autonomía y atención a la dependencia, que sumará ahora 2.600 millones de euros, desde los 2.029 millones que inicialmente tenía presupuestados el Imserso para estos cuidados. Monto que salió adelante pese al voto el contra de Unidas Podemos y el PSOE y que, junto a ERC, que presentó la enmienda, apoyaron el PP, Vox, Cs y EH Bildu junto a otros grupos pequeños. La misma suerte corrió otro paquete de tres enmiendas del grupo nacionalista catalán que van a permitir elevar en 370 millones de euros las partidas dirigidas a la educación infantil de 0 a 3 años -que recibirá 99 millones más-, los centros de educación primaria y secundaria con otros 170 millones y la formación profesional con otros 100 millones. Iniciativa que se topó igualmente con el voto contrario de Unidas Podemos y PSOE y el apoyo de la oposición. Derrotas puntuales que no ponen en riesgo la luz verde a los Presupuestos pero que sí suponen una muestra de la solidez del soporte sobre el que se asientan.

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