miércoles, 2 de diciembre de 2020

Descontrol de fiestas ilegales en Madrid: 2.100 desalojadas en el toque de queda

A las tres y media de la madrugada del domingo, agentes de la Policía Municipal de Madrid subieron la verja de un local de la calle de Cáceres, en el distrito de Arganzuela. Tras avisar de su presencia, después de ser alertados por un grupo de vecinos cansados del ruido, vislumbraron una fiesta ilegal con una veintena de personas bailando, cantando, sin mascarilla, fumando cachimbas y consumiendo varios tipos de droga. Antes de irrumpir y poner fin a la celebración, la Policía pudo constatar cómo el responsable del pub, que tenía licencia de bar especial, subía y bajaba el cierre en función de si los clientes querían entrar o salir. Este ha sido el último operativo que la Policía Municipal ha protagonizado para abortar una fiesta ilegal en la pandemia. Solo desde el inicio del nuevo estado de alarma y el fin de semana que comenzó el toque de queda, el 26 de octubre, los agentes han intervenido en más de 2.100 fiestas ilegales en la capital. En la de Arganzuela, los presentes poseían cristal y marihuana, por lo que, además de la denuncia a las 20 personas por incumplir las medidas sanitarias, presentaron cuatro actas por un delito contra la salud pública y denunciaron a los dueños por no respetar el horario según la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas (Lepar). Revisión de licencias Con el fin de atajar este tipo de eventos al margen de la ley durante esta Navidad, el Ayuntamiento de Madrid inicia hoy una campaña especial de inspecciones en los locales. Por un lado, la Policía Municipal está habilitada por la Comunidad de para clausurar establecimientos por incumplimientos graves y reincidentes en materia sanitaria. Con esas actas, por otro lado, la Agencia de Actividades inspeccionará los locales multados, tanto si tienen licencia de actividad como si funcionan con declaración responsable y, en cada caso, podrían elevar multas de entre 60.000 y 600.000 euros, según la gravedad. Además del control habitual que los agentes realizan en los establecimientos de todos los distritos, a finales de julio la Policía Municipal puso en marcha un operativo especial para evitar los botellones, al que más tarde se le sumó el cierre de fiestas ilegales en domicilios y locales de ocio desde la entrada en vigor de las progresivas restricciones sanitarias. Para realizar estas funciones, el Cuerpo ha doblado su plantilla en los últimos meses y, gracias a ello, se han efectuado importantes operaciones. Por orden cronológico, en las dos últimas semanas de octubre se localizaron 550 celebraciones, solo 300 durante los días 24 y 25 de ese mes, además de un botellón en el entorno de Madrid Río el que participaba el mismo número de jóvenes. En Halloween y el puente de Todos los Santos, las fiestas ilegales ascendieron a 313, según los datos del Área de Seguridad y Emergencias. Al menos ese fue el número de avisos que el Cuerpo municipal recibió y en los que pudo actuar. Uno de las más reseñables se llevó a cabo en el distrito de Ciudad Lineal y terminó con la intervención de los Bomberos, que tuvieron que forzar la puerta con una radial para permitir el acceso a los efectivos policiales, tras varios requerimientos en vano a los dueños para proceder al desalojo. Barra del último local desalojado en ArganzuelaAgresiones a agentes Una semana más tarde, la desvergüenza alcanzó su punto máximo: 400 fiestas en domicilios y locales durante el puente de La Almudena. En un bar de Latina se concentraron hasta 86 personas, algunas menores de edad. También se actuó en Azca y en Centro, por una fiesta de cumpleaños con una veintena de jóvenes que bailaban en el interior de un local propiedad de los padres de uno de ellos. En Azca se contabilizaron 75 personas dentro de una «discoteca» que mantenía abierta su pista de baile. En todo el mes analizado, el fin de semana del 13 de noviembre fue el que menos fiestas hubo: 231. En un sótano de la calle del Doctor Esquerdo, quince personas fueron identificadas y propuestas para sanción y hubo tres detenidos, de entre 18 y 20 años, por supuestos delitos de atentado a la autoridad y contra la salud pública, tras agredir a tres agentes que sufrieron lesiones leves. En las dos últimas semanas, se han organizado 690 celebraciones, 390 solo en este último fin de semana. Los agentes apagaron las luces de un «after» que se hacía pasar por bar. Tenían todo pensado: churros, porras y café, aunque se olvidaron de guardar las mezclas de bebidas alcohólicas y cerveza. En el local de la calle de Fernando el Católico, perteneciente a la Zona Básica de Salud confinada de Guzmán el Bueno, había 43 personas, denunciadas por no llevar mascarilla y por vulnerar las restricciones de movilidad. Pero las actuaciones no terminan aquí. Entre el 25 de octubre y el 29 de noviembre, se han presentado 3.577 denuncias por consumo de alcohol en la vía pública, dentro del marco de actuaciones y del dispositivo especial que la Policía Municipal lleva a cabo para evitar los botellones. Por otra parte, los agentes pusieron en octubre 3.518 multas a locales tras realizar 1.937 inspecciones, la mayoría en Centro, Chamberí y Salamanca, aumentando un 11 por ciento los controles con respecto al mismo mes del 2019.

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