Sí, pero no conformidad absoluta. Es lo que expresó ayer la consejera de Sanidad, Verónica Casado, en nombre de la Junta de Castilla y León a la propuesta del Ministerio para fijar criterios comunes de actuación con los que responder a la situación de «especial riesgo» derivado del incremento de positivos por Covid-19. Así, Casado votó a favor al texto planteado por el departamento de Salvador Illa sobre base del principio de acuerdo alcanzado el día anterior entre Gobierno y Comunidad de Madrid -que ayer finalmente votó en contra- de marcar unos principios para las grandes urbes. Superar una incidencia acumulada en los últimos 14 días de más de 500 por cada 100.000 habitantes, una positividad de más del 10 por ciento y un índice de ocupación de las UCI superior al 35. Castilla y León lo comparte, pero pide más. Y es que en una comunidad eminentemente rural y en la que sólo cuatro ciudades superan ese umbral de más de 100.00 habitantes -Burgos, León, Salamanca y Valladolid- y por tanto sólo se podrían ver afectadas por lo acordado, Casado reiteró la «necesidad» de contar también con criterios uniformes «para pasar de un nivel a otro» cuando «así sea necesario para la contención de la pandemia también en municipios con poblaciones por debajo de los 100.000 habitantes». Reclama así que para los otros 2.244 municipios de Castilla y León por debajo de esa cifra de habitantes se cuente con niveles epidemiológicos identificables, con indicadores y estándares «bien definidos» que permita en el «conjunto» del Sistema Nacional de Salud, esto es, en toda España, cambiar de nivel en las mismas condiciones y circunstancias. En este sentido, reiteró la importancia de disponer de «mecanismos especiales de intervención que, adoptando criterios epidemiológicos y recursos administrativos y jurídicos, faciliten» también una respuesta «rápida y efectiva» para «controlar» los contagios en municipios que no superen los 100.000 habitantes. Desde Sanidad reconocen la importancia de poner «especial atención» a los núcleos de mayor tamaño, pero a la vez insisten en pedir también esos criterios comunes para el resto. «Es un texto de mínimos que queda abierto a introducir nuevos indicadores que faciliten una unidad de acción y criterios comunes», apuntaron. Así, el departamento de Casado destacó tras la reunión que la asunción de las acciones aprobadas -aunque no por unanimidad- «responde a la necesaria coordinación» en el conjunto de España de «actuaciones de control homogéneas, suficientes y efectivas que eviten que una evolución extrema de la pandemia en una zona del territorio español pueda tener efectos negativos en otro territorio». La única del PP Castilla y León fue la única comunidad gobernada por el PP -en solitario o en coalición con Cs- que votó a favor de la propuesta de Illa, pues la Comunidad de Madrid, Galicia y Andalucía dijeron «no», mientras que Murcia se abstuvo. Precisamente, el presidente nacional de los populares, Pablo Casado, justificó ayer en CyLTV el voto a favor de la Junta en que «la Consejería de Sanidad corresponde a Ciudadanos». No obstante, defendió la gestión del Gobierno autonómico y de su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, «al que no le ha temblado el pulso» a la hora de decretar confinamientos en Castilla y León. Por su parte, el secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, agradeció la «posición firme» de la Junta y de la consejera al votar a favor de la propuesta del Ministerio «para proteger la salud de todos». «Lamento profundamente que el PP siga en esa deriva enloquecida», añadió Tudanca en Twitter. Todo en un día en el que los nuevos contagios confirmados sumaron otros 602 positivos y otros once fallecidos en hospitales, cinco de ellos procedentes de residencias de mayores.De España https://ift.tt/347aKna
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