Estás más buena

Barcelona se ha vuelto a enamorar de España. Una España joven, basada en la idea de su entrenador, con más sentimiento de equipo que de destino. Más esperanza y riesgo que viejas glorias y vanidad. El sábado, los bares de la zona noble de mi ciudad estallaron de júbilo con la clasificación de España. Chicos jóvenes y no tan jóvenes, que habían quedado sin complejos patrióticos ni miedo ya alguno al Covid para ver jugar a España. Gritos, lamentos ante lo fallado, y la celebración final. Todo era alegre y luminoso, como si de repente hubiéramos despertado de la pesadilla de estar enfadados. Todo era agradable, plausible, eufórico. Nadie contra nadie. Bocinazos en las calles y los petardos. Se ha... Ver Más

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