Ona Carbonell (Barcelona, 31 años) ha recorrido un largo camino hasta Tokio. Ha trabajado duro, como nunca. Fue madre hace un año. Nada más dar a luz regresó a los entrenamientos. Además de intentar llegar a sus terceros Juegos, quería poner sobre la mesa la problemática de la conciliación familiar. Ella ha tenido todas las ventajas. Hasta un preparador físico personal y un equipo de trabajo a su servicio. Pero sabe que no todas las madres cuentan con las mismas facilidades. A ella, por ejemplo, no le han permitido dar pecho a su hijo Kai durante estos Juegos. No le permitían abandonar la burbuja de la selección para evitar posibles contagios del Covid-19. O sea, que su marido y el... Ver Más
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