
Los encantos de Carabanchel hechizaron a Pedro Gallego de Lerma para regresar a su ciudad natal. El barrio castizo y «feísimo» —suelta, entre risas— atrapó a este licenciado en Arquitectura durante una visita a un estudio artístico del polígono ISO , uno de los muchos que se esconden en el interior de naves industriales y edificios de ladrillo viejo. «Y entonces pensé si es que es aquí donde quiero estar, quiero estar en Carabanchel», rememora. Y así abandonó una preciosa vivienda del siglo XX en Valladolid, donde había instalado su galería La Gran —tras probar con una editorial y un despacho de arquitectura—, para volver a Madrid diez años después. Desde finales de 2019, La Gran expone sus obras al final...
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