martes, 27 de julio de 2021

Nuevo asalto para poner fin a los coches que más contaminan en Madrid: ayudas de 9.000 euros para comprar un eléctrico

Los vehículos más contaminantes tienen los días contados en Madrid. Para impulsar la transición a la movilidad eléctrica y terminar con un parque automovilístico envejecido en la región, Ayuntamiento y Comunidad de Madrid han iniciado dos estrategias paralelas. Mientras el Consistorio ultima la aprobación de la nueva ordenanza que incluye una batería de medidas para limitar el acceso a la capital de los coches sin distintivo ambiental de forma progresiva hasta 2025, la Comunidad activó ayer una importante línea de ayudas para renovar la flota dotado con 53 millones de euros. En concreto, este nuevo paquete proporcionará una inyección de hasta 9.000 euros. Está destinado a particulares, autónomos, empresas, comunidades de propietarios, personas jurídicas constituidas en España, entidades locales y al sector público institucional, según precisaron ayer fuentes de la Consejería de Medio Ambiente. Para poder obtener las subvenciones, se va a poner en marcha una plataforma digital que estará disponible hasta el 31 de diciembre de 2023, puesto que el objetivo del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso y del Ayuntamiento de la capital es que el año 2024 sea la recta final para que desaparezcan del parque automovilístico los vehículos que más emisiones expulsan. «Madrid está impulsando una economía verde. Generamos oportunidades, en este caso vinculadas a la energía y la movilidad», señaló ayer la consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura, Paloma Martín, durante la presentación de Programa Moves III junto al sector del automóvil, la energía, los concesionarios y asociaciones para el fomento del vehículo eléctrico. Nuevos puntos de recarga Para llevar a cabo el plan estratégico regional, se han diferenciado dos líneas de actuación: la primera está dirigida a la compra de vehículos eléctricos y cuenta con una dotación económica de más de 37 millones de euros; la segunda está enfocada en la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos, a la que se destinarán casi 16 millones y donde el importe de la ayuda podrá alcanzar hasta el 70 por ciento de la inversión. En esa primera batería, el importe para particulares será de hasta 4.500 euros en turismos, pudiendo alcanzar los 7.000 euros con el achatarramiento de otro vehículo de más de 7 años de antigüedad. En lo que respecta a furgonetas y camiones ligeros, las ayudas serán de entre 7.000 euros y 9.000 euros, con el achatarramiento de otra unidad, mientras que en el caso de cuadriciclos y motocicletas la ayuda asciende a 1.800 euros o 2.000 euros entregando otro antiguo. Según han planteado desde la consejería, con las dos ediciones anteriores del Programa Moves, se evitarán 4.700 toneladas de emisiones CO2 al año en la región. En lo relacionado a los nuevos puntos de recarga, las empresas y entes públicos con actividad económica verán incrementado el porcentaje de ayuda para el desarrollo de estas instalaciones en función del tamaño de la organización respecto a ediciones anteriores, alcanzando un máximo del 55 por ciento en el caso de la pequeña empresa. Además, en el caso de comunidades de propietarios, será subvencionable la preinstalación eléctrica y de servicio de comunicaciones para el sistema de recarga. En ese sentido, el presidente de Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo, sostiene en conversación con ABC que el nuevo plan «es necesario, pero no es suficiente». «Actualmente hay 1.408 puntos y en el año 2023 se necesitan 16.000 más, con eso no hay. Además, con esta nueva partida, se podrían cambiar solo 8.240 vehículos sin achatarrar y 5.297 si incluye el achatarramiento de uno antiguo», valora. No obstante, el director general de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), José López-Tafall, asegura que es «una buena noticia», porque aumentar la demanda de vehículos electrificados «es una prioridad para el sector» y Madrid es uno de los mercados principales. Por su parte, el Ayuntamiento de la capital aprobó el pasado mes de febrero un nuevo Plan Estratégico de Subvenciones para fomentar la movilidad sostenible y la eficiencia energética. La iniciativa, llamada ‘Cambia 360’, cuenta con una inversión de 110,8 millones de euros para los próximos tres años y tiene el mismo objetivo de reducir la emisiones contaminantes de la ciudad y cumplir así con la directiva europea en materia de calidad del aire. Esta estrategia incluye subvenciones a la compra de vehículos de movilidad personal (VMP), como bicicletas y patinetes eléctricos. Con esta actuación, el área que dirige Borja Carabante prevé que se podrían llegar a sustituir o eliminar 17.800 transportes contaminantes en los próximos tres años. Lo cierto es que, según los últimos datos disponibles de la DGT, que datan de 2019, el conjunto de la región cuenta con más de 850.000 vehículos sin distintivo medioambiental, 770.620 turismos y 80.873 motocicletas, muchos de ellos matriculados fuera de la capital. Con la nueva ordenanza en ciernes, estos serían los más afectados por sus traslados diarios a Madrid desde localidades periféricas para desempeñar sus ocupaciones laborales. «La compra de un vehículo eléctrico todavía no es asequible para todo el mundo», recuerda el presidente de los Automovilistas Europeos Asociados. El Ayuntamiento está ultimando ahora la respuesta a las cerca de 6.000 alegaciones que ha recibido el texto inicial de la ordenanza de Movilidad, por lo que, previsiblemente, hasta agosto no se celebrará el pleno municipal extraordinario para debatir su aprobación definitiva. Aunque aún los grupos municipales tienen margen para registrar enmiendas, el plan aprobado de forma inicial incluye la creación de una nueva Zona de Bajas Emisiones en Plaza Elíptica –que es uno de los grandes puntos negros de contaminación–, una tarifa del Estacionamiento Regulado (SER) variable ligada a los incrementos de los niveles de contaminación y la extensión de los parquímetros en aquellos barrios limítrofes con la M-30 que así lo soliciten en sus juntas de distrito. En cualquier caso, la carrera contrarreloj para hacer de Madrid una «ciudad baja en emisiones» comenzó hace tiempo, con la introducción de Madrid Central, que ahora –si lo refrenda la mayoría del pleno– será renombrado como Zona de Bajas Emisiones de Especial Protección del Distrito Centro y equipará a los comerciantes con los residentes como principal novedad. Además, el pasado agosto de 2020, concluyó la peatonalización de la Puerta del Sol y desde inicios del mismo año los vehículos sin etiqueta no están habilitados para estacionar en la zona SER. Pero será a partir del próximo año cuando las limitaciones se endurezcan. El 1 de enero de 2022, los vehículos de gasolina previos al 2000 y los diésel de antes del 2006 de fuera de la capital no podrán circular por el interior de la almendra central. Un año más tarde, dicha prohibición se extenderá y este tipo de vehículos tampoco podrá recorrer la M-30. En 2024, se le negará la circulación por todo el municipio, con la intención de que en 2025 hayan desaparecido de las calles los automóviles sin etiqueta independientemente de que residan en Madrid.

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