
Las presiones para que el Partido Popular lidere una moción de censura han arreciado esta última semana, y no solo desde el centro-derecha. Hasta Pedro Sánchez se sumó en el Pleno del Congreso a las voces de Santiago Abascal e Inés Arrimadas y, como forma de provocación, retó a Pablo Casado a presentarse como candidato en una moción de censura y a aceptar después el resultado. En realidad, todos saben que las posibilidades de éxito de esa moción son prácticamente nulas, y todos se mueven por unos intereses cruzados para tratar de dañar a sus adversarios políticos. El PP ha optado por salirse de este ‘juego’ con una estrategia diferente. Su solución pasa por una convocatoria urgente de elecciones generales....
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