Dos semanas después de la avalancha en Ceuta de entre 10.000 y 12.000 marroquíes la situación está estancada y más tensa que nunca. Desde el miércoles pasado, Marruecos no ha aceptado el retorno de absolutamente nadie, según confirmaron a ABC fuentes policiales, tras un gesto de aparente buena voluntad que permitió devolver a unas 8.500 personas en los primeros días de la crisis. En la tarde de ayer, el Gobierno de Marruecos emitió un comunicado donde aseguró que se comprometía a acoger a los menores no acompañados debidamente identificados, aunque sin un plazo concreto. Además, aprovechó el comunicado para volver a criticar al gobierno de España por sus «acusaciones infundadas». De la misma forma que se abrió la puerta de la frontera... Ver Más
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