martes, 29 de junio de 2021

Denuncian que numerosas piscinas comunitarias emplean a socorristas sin licencia en vigor en Madrid

Hace días que el verano ya gobierna la vida de los madrileños y han transcurrido varias semanas desde que se estrenó una temporada de piscinas cargada de incertidumbre. Si el año pasado el Covid dejó en una situación de emergencia a los empresarios del sector por la falta de personal, este año la situación no ha mejorado mucho. La falta de socorristas acreditados puso en riesgo la apertura de piscinas en Madrid y, ahora, aunque la inmensa mayoría de ellas ha abierto sus puertas, desde la principal asociación del sector aseguran que parte de las más de 12.000 piscinas de uso recreativo que hay en las comunidades de propietarios y urbanizaciones están empleando a socorristas que no tienen en vigor la licencia para ejercer. Los motivos, señalan, son principalmente dos: la falta de trabajadores extranjeros, que suponen un 30 por ciento del total de los socorristas que cada año prestan servicio en la Comunidad de Madrid; y la demora en el trámite de inscripción Registro Profesional de Socorristas, que depende del área de Acreditación de Profesionales, Dirección General de Investigación, Docencia y Documentación de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. «No ha llegado todo el personal extranjero que viene todos los años a trabajar a Madrid, especialmente de Perú y Argentina, y además, todos los cursos que se habían realizado de socorrista desde el mes de abril no estarán inscritos en fecha en el registro, con lo cual no hay trabajadores suficientes para cubrir todas las piscinas que hay. Algunas han tardado más en abrir por esta circunstancia y otras han abierto sin contar con el personal acreditado. La prueba la tenemos en que muchas empresas nos llaman para indicarnos este hecho», explica a ABC el vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Mantenimiento Profesional de Instalaciones Acuáticas (Empia), Enrique González. Para el vicepresidente de Empia ha faltado planificación y algunas medidas para paliar una situación que todavía no es normal. «El año pasado se permitió como medida excepcional trabajar a aquellas personas que había vencido su inscripción en el registro a partir del mes de marzo de 2020, todos los que tenían caducada su licencia podían trabajar por la falta de personal extranjero. Anteriormente, en 2019, con que estuviera en trámite para la inscripción, con ese papel se permitía trabajar. Este año no ha habido ninguna medida auxiliar y nos hemos encontrado que las piscinas han tenido que abrir de esta manera», asevera. González pide un censo del número de piscinas que requieren socorrista y que se conozca el número de socorristas que hay inscritos en el registro profesional. «Esto actualmente no es transparente», critica. También asegura que muchas comunidades de vecinos han «presionado» para que sus piscinas abran y se han topado con la falta de profesionales acreditados. Desde Empia remarcan la potencial peligrosidad y las posibles consecuencias para las propias comunidades de vecinos de que sus socorristas no cuenten con su acreditación profesional. «Tienen responsabilidad subsidiaria sobre todo lo que ocurre en sus instalaciones por la ley de propiedad horizontal. Si hay un socorrista con licencia, todo está en orden y ocurre un siniestro, la responsabilidad civil de la empresa se haría cargo; pero si no está incristo la responsabilidad de la empresa no se va a hacer cargo de nada, va a caer sobre la comunidad de propietarios con sus propios recursos». Por su parte, preguntadas por si conocen casos de empleos en situación irregular en las piscinas comunitarias, fuentes de la Consejería de Sanidad han respondido a ABC que «no» les constan denuncias en ese sentido.

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