El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid acordó en su reunión del pasado miércoles declarar Bien de Interés Cultural (BIC) un manuscrito inacabado de Camilo José Cela Trulock. Se trata de la obra 'El Diccionario Geográfico Popular de España', del Premio Nobel de Literatura, que quedó inconcluso debido a su fallecimiento. Este manuscrito es uno de los pocos trabajos que el novelista abordó como lexicógrafo. La obra constituye una fuente de información primaria sobre las singularidades léxicas de España y sus pueblos. Conforma una investigación sobre el origen de la toponimia y los dictados tópicos. De este 'Diccionario Geográfico Popular de España' se publicó una primera parte en 1998 titulada 'Introducción a la dictadología tópica de España', una obra inacabada. Lo que el escritor reunió en este diccionario es el fruto de la indagación y el estudio de los pueblos de la península, llegando a manuscribir 514 páginas. Un trabajo que inició hacia 1999 y en el que se mantuvo activo hasta 2002. En total el manuscrito contiene entre 30.000 y 40.000 fichas y se estructura en cuatro bloques ordenados con un criterio alfabético en «camisillas de folio doblado y manuscritas por Camilo José Cela». Cada una de estas fichas se refiere a uno o más lugares geográficos con apuntes sobre su toponimia. Topónimos históricos Además de los topónimos ligados al espacio geográfico, en ellas aparecen también anotaciones sobre la denominación oficial del lugar, información referente a topónimos históricos o populares y su origen, gentilicios, expresiones, refranes o cantares que aportan una mayor información del lugar. En algunos casos, el autor incluye bibliografía. Con este trabajo Camilo José Cela sentó las bases de la «dictadología tópica», un término acuñado por el propio escritor, que incluye el estudio de la geografía, folclore y las diversas manifestaciones lingüísticas de tipo popular que guardaban relación con el territorio español. Desde la década de los 70 Cela llevó a cabo colaboraciones relativas a la materia de dictados tópicos y es que la inclinación que siempre había mostrado por las manifestaciones lingüísticas de tipo popular, ya había quedado reflejada en sus obras Viaje a La Alcarria y Primer viaje andaluz. Fue en la década de los 70 cuando elaboró un modelo de encuesta común para la recogida de datos relativos a la localización geográfica, toponimia, gentilicios, apodos, locuciones y refranes. Dada la dimensión del trabajo, Cela contó con la colaboración de Correos que gracias a los carteros de toda España recopiló entre 30.000 y 40.000 fichas aunque no todas venían cumplimentadas y otras muchas carecían de una información relevante.De España https://ift.tt/3djpsgt
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