Crisis galopante del Espanyol, que afronta el partido de esta noche ante el Real Madrid sumido en una depresión que le dirige directamente hacia Segunda división. Una mala planificación deportiva, una plantilla descompensada y un abanico de improvisaciones de la dirección deportiva mantienen al equipo blanquiazul en la última plaza de la Liga a ocho puntos del Eibar, equipo que marca la permanencia y que hoy juega en Granada. Acuciado por las prisas tras encadenar dos nuevas derrotas consecutivas (Levante y Betis), Chen Yansheng ha vuelto a buscar una reacción a la desesperada con un nuevo cambio de entrenador. Gelu Rodríguez, agente de Abelardo, recibió una llamada durante la madrugada del pasado sábado desde China en la que el presidente del club blanquiazul le comunicó la destitución del técnico. Nuevo bandazo desde el órgano directivo de la entidad, que este pasado jueves estudiaba una posible ampliación de contrato del asturiano con unas condiciones que variaban en función de la categoría en la que el equipo jugara el próximo año. No tuvo paciencia mister Chen, que ya acumula seis entrenadores y cuatro directores deportivos desde que se hizo con la mayoría de las acciones en noviembre de 2015. Rufete, director deportivo del club, se hará cargo del equipo hasta final de temporada, dirigiendo una plantilla confeccionada por él (60 millones invertidos que no han hecho olvidar a Mario Hermoso ni a Borja Iglesias). Se convertirá en el cuarto entrenador de la entidad en un mismo año tras David Gallego (cinco puntos en ocho partidos de Liga), Pablo Machín (cinco en diez) y Abelardo (14 en 13). Ambiente muy crispado Los resultados han dinamitado la paciencia de la afición, que tras la derrota ante el Betis estalló con virulencia señalando al equipo. Las fachadas del RCDE Stadium y de la Ciudad Deportiva Dani Jarque amanecieron ayer con pintadas insultando y amenazando a los futbolistas. «Correréis lo que no habéis corrido en el césped», «Menos redes sociales y más valores», «Jugar con nuestra pasión acarrea consecuencias. Barcelona es muy pequeña» o «El españolismo no perdonará ¡Moriremos matando!» son algunas de las duras advertencias que decoran los aledaños del estadio en Cornellá.De Deportes https://ift.tt/2Zf3SSu
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