
«Cuántos más tokens del Atlético de Madrid obtengas, tendrás más posibilidades de conseguir premios exclusivos» es una de las frases que se pueden leer en las entrañas de la web del equipo colchonero. Se venden a dos euros la unidad, también los ofrecen equipos de la talla de Barcelona, AC Milán o Juventus y permiten al aficionado ser partícipe del día a día de su equipo y en sus decisiones, como qué mural decorará el vestuario el día de partido o qué jugador aparecerá en las redes sociales la próxima semana. También existen deportistas, como el tenista español David Vega, que se 'tokenizan' para aumentar su popularidad, para crear una versión digital de sí mismos en el que sus fans pueden invertir y ser partícipes de su destino deportivo. Los tokens y los otros tipos de criptomonedas son el último ente en infiltrarse en el deporte profesional, sin mucho ruido pero asentando las bases para un movimiento que «es imparable». La crisis identitaria y económica de muchos equipos y profesionales del deporte de todo el mundo ha provocado la búsqueda de nuevos caminos para la obtención de ingresos, liquidez y popularidad, y es este activo financiero digital es una de las respuestas para intentar rellenar el socavón. Una criptomoneda es una divisa digital, un algoritmo que con el paso de tiempo se ha convertido en una alternativa al dinero tradicional. Cualquiera puede crearlas, comprarlas o venderlas pero es su popularidad, es decir, si es usada, la que determina las fluctuaciones en su valor en la mayoría de los casos. En palabras de varios economistas, este es un sueño anárquico hecho realidad: dinero descentralizado y en propiedad absoluta de los usuarios. «Es un mundo nuevo, un fenómeno tecnológico, financiero y social. Por mucho que se empeñen los gobiernos en frenarlo, tendrá éxito porque es descentralizado, elimina intermediarios y da valor al ciudadano», explica a ABC Miguel Caballero, CEO de la empresa Tutellus. Concuerda con él Máximo Cermelli, profesor de la escuela empresarial de la Universidad de Deusto. «Las criptomonedas están en auge. Es el sueño anárquico de los economistas. Es como la wikipedia de las divisas». En el ámbito del deporte, las criptomonedas han producido dos fenómenos especialmente llamativos. La tokenización de deportistas y los tokens que emiten los clubes para que los aficionados los compren. La primera es una operación financiera que permite a los deportistas transformar su figura o salario en tokens y 'ponerse' a la venta. El jugador obtiene liquidez instantánea (si cobrara su salario de forma tradicional tendría que esperar más tiempo) y el aficionado puede hacerse con partes porcentuales de esta cantidad, ser 'partícipe' de la carrera del jugador y tener un activo que luego podría vender. «El club también se beneficia porque recibe promoción. En estos casos, el valor de los tokens no oscila fuertemente», señala Caballero. La segunda, en cambio, no tiene mucha repercusión en lo económico pero sí en lo social. «Sí que pueden contribuir a la fidelización del aficionado, es un fenómeno de marketing y no obtienen ingresos de forma consistente, pero acerca a sus seguidores de una forma más personal». Lo cierto es que los tokens están cada vez más generalizados en el deporte a cada día que pasa. Los Sacramentos Kings de la NBA empezarán a pagar a sus empleados y jugadores, en el porcentaje que ellos deseen, en criptomonedas y el Southampton de la Premier League hará lo propio con las primas de sus deportistas. Mientras, muchos grandes clubes europeos, como el PSG o la Juventus, ya cotizan en las principales bolsas de criptomonedas del mundo.«Los grandes equipos, que viven un momento delicado en lo económico, están buscando nuevas formas de ingresos. Como siguen siendo empresas y sociedades con un gran músculo económico, participar en estas bolsas no les supone un gran riesgo y sí muchos posibles beneficios», concreta Cermelli. Estados Unidos, un paso por delante Como en muchos ámbitos del deporte, Estados Unidos va un paso por delante, y las criptomonedas no son una excepción. Trevor Lawrence, último número 1 del draft de la NFL, cobrará su parte de su primer patrocinio en criptomonedas (con una empresa que se dedica a este campo precisamente) y la empresa EPTX, también dedicada a este tipo de divisas digitales, ha comprado recientemente los derechos del estadio de los Miami Heat de la NBA para las próximas 19 temporadas a cambio de 112,5 millones de euros. «Esto también se está extendiendo a otros campos, como el de las apuestas. En muchos estados de EE.UU el juego es ilegal y ya empiezan a surgir muchas casas de esta índole que funcionan con criptomonedas. Estas, más difícil de rastrear que el dinero tradicional, permiten a los usuarios apostar aunque no esté permitido y mantener el anonimato», explica Juan Pedro Asencio, profesor de la Universidad de la Rioja afincado en Miami. Pero seguramente, el caso más llamativo sea el de Russell Okung. La pasada temporada, el jugador estadounidense de fútbol americano, miembro de los Carolina Panthers, fue el primero en la NFL en convertir parte de su masa salarial (5 millones de euros) en bitcoins, otro tipo de criptomoneda, para que sus fans los comprasen y fuesen testigos de primera mano de su carrera deportiva. La jugada, en su caso, ha sido excelsa, pues sus ganancias con esta iniciativa han ascendido hasta los 12 millones de dólares, un crecimiento del 223%. «Los tokens están relacionados con la reputación, con el valor social del deportista o del club que los emite. Si tienes éxito el modelo prospera, pero una lesión o un problema extradeportivo puede ser catastrófico», concluye Cermelli.
De Deportes https://ift.tt/3BayMh4
0 comentarios:
Publicar un comentario