viernes, 9 de julio de 2021

Ayuso, a Sánchez: «Si sigue por ese camino, tocará decidir su futuro, o el de España»

Ddel «comunismo o libertad» a «Sánchez o España». La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, utilizó ayer la tribuna que le brindó el propio Pedro Sánchez en el Palacio de la Moncloa para lanzar el nuevo eslogan de su ofensiva contra el Gobierno central por su cesión al independentismo catalán. Diez meses después de la 'foto de las banderas' en la Puerta del Sol, sede del Gobierno regional, que escenificó la guerra abierta entre los dos dirigentes políticos y que Ayuso supo rentabilizar en términos electorales, ambos volvieron a reunirse ayer, durante hora y media, con motivo de la investidura de la presidenta popular. Si no hubiera sido porque su alianza con Pere Aragonés, presidente de la Generalitat, le obligaba a reunirse con rapidez y escenificar la nueva etapa de las relaciones con Cataluña, Pedro Sánchez no se habría visto obligado a hacerse la foto con Ayuso, la política que ha relegado a su partido a tercera fuerza política en la Comunidad de Madrid. El choque frontal estaba garantizado. Ayuso no iba a dejar pasar la oportunidad de convertir la política nacional en el centro de los temas a abordar con el presidente, con la excusa de que «Madrid es el motor y la segunda casa de toda España. Por tanto, todo lo que ocurre en cualquier parte de este país, me preocupa y es un deber que sea así: Cataluña y País Vasco, para empezar». De modo que la presidenta madrileña expuso a Sánchez su idea de España, muy diferente de la de éste. Nuevo modelo de país «En estos momentos, los intereses y el futuro de España y el futuro y los intereses de Pedro Sánchez, son distintos. El deterioro de las instituciones, de la libertad y de la igualdad en España es muy grave. Además, también corre peligro nuestro prestigio y solvencia en el mundo. Las decisiones de Pedro Sánchez nos conducen a una ruptura del orden constitucional, a un cambio de modelo y de país, si nadie lo impide». Estas primeras palabras sobre el contenido de su reunión con Sánchez le sirvieron a Ayuso para enlazar con el mensaje que ya quiere transmitir, con la mirada puesta en las elecciones de dentro de dos años: «Si sigue por este camino, tocará decidir su futuro o el de España». Antes, esbozó algunas de las cuestiones regionales trasladadas al presidente, como el futuro del Hospital Zendal, los aspectos «lesivos» de la Ley Celaá, la oferta de vivienda pública para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y las ayudas a los planes de maternidad. Pero su objetivo ayer estaba claro: desmarcar a Madrid de las políticas socialistas de cesión a los independentistas: «Ni más privilegios, ni más chantajes que van a pagar todos los españoles con su esfuerzo diario. Ni Madrid, ni ningún otro territorio pueden seguir dejándose pisar por aquellos que odian España, por minorías que están secuestrando nuestra nación y nuestra soberanía». Las posiciones están encontradas. Mientras Sánchez se mostró más optimista sobre el futuro de España, Ayuso le ofreció una visión desgarradora: «Vemos el camino de otra manera; para mi es mucho más preocupante. Lo que está sucediendo en Cataluña es acelerar un proceso por aquellos que odian a España y que lo demuestran y dicen cada día. Cada vez que se les da más, lo único que estamos haciendo es ahorcándonos como país. El nacionalismo es un lobo hambriento que no va a parar». En esa voracidad que le adjudicó a los independentistas catalanes, señaló que «es insensato pretender que por más atención, por más dinero y por más guiños que se hagan a los independentistas, este problema va a acabar aquí. Todo lo contrario; creo que la solución está en la Constitución y en el pacto del 78. Son otros los que se han salido del circuito legal y tienen que volver al mismo. No todo el estado tiene que moverse detrás de ellos». Plataforma reivindicativa A Ayuso le replicó la ministra portavoz, María Jesús Montero, que quiso dejar en evidencia el discurso nacional de la presidenta madrileña, recordándole que este cometido le corresponde a los dirigentes nacionales del Pa rtido Popular. Montero señaló que «un presidente autonómico debe de hablar de las cuestiones que tienen que ver con la Comunidad de Madrid, transmitir sus prioridades. Las reflexiones respecto a otros temas de interés nacional las escuchamos atentamente, pero le corresponde al Partido Popular y a sus dirigentes en el Congreso de los Diputados manifestar la posición que se adopta ante determinadas materias que entrarán en las Cortes Generales. No tienen que ser los temas nucleares sobre los que pivota una reunión» como la de ayer. La ministra portavoz recriminó a Ayuso que convierta estas reuniones en «plataformas reivindicativas de cuestiones que no tienen que ver con ese territorio o expresiones que ya hay otros actores que la protagonizan a diario en el Congreso de los Diputados o en foros nacionales». El Gobierno de Sánchez se cuestiona «si la opinión sobre el independentismo y los indultos o de cualquier otra cuestión es una posición como dirigente del Patido Popular, no como presidenta de la Comunidad de Madrid. Tendrán que preguntarle a ella misma por qué prefiere hablar de estos temas que hablar de los problemas de los madrileños». Crítico con Telemadrid Al margen del problema catalán, Sánchez y Ayuso también hablaron sobre el cambio de la ley que regula Telemadrid y que provocará la semana que viene el cambio en la cúpula directiva. El presidente del Gobierno, según Montero, censuró que «la primera medida se haya salido del consenso, de la vocación que tienen que tener todas las formaciones políticas para que se dirija el ente público no haya sido tomada por consenso». Ayuso admitió que hablaron «unos instantes» y que le transmitó al presidente que el procedimiento utilizado «es el correcto y está en orden. Él lo ha entendido».

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