
No es la Edad Media, pero casi. Cerca de una veintena de personas se arremolinan en torno a un improvisado cuadrilátero. Las reglas son sencillas: dos gallos entrenados para atacar frente a frente. Dos gallos de los cuales solo puede quedar uno. El perdedor acabará muerto o se quedará sin alguno de sus órganos. El vencedor quedará marcado para siempre, sacrificado por sus dueños o abandonado a su suerte debido a los daños sufridos. Difícilmente podrá volver a pelear, por lo que pasará a ser inservible a ojos de los promotores de esta práctica ilegal. Un negocio basado en la crueldad extrema, donde las apuestas están a la orden del día. Los investigadores alertan de un submundo establecido principalmente en...
Ver Más
De España https://ift.tt/3jbpIlx
0 comentarios:
Publicar un comentario