Nadal: «No he hecho un desastre, pero me ha faltado un pelín»

Aceptaba Rafael Nadal, directo de la pista a la sala de prensa, que la derrota duele, claro, porque venía con un objetivo y no se ha conseguido. Se queda en las semifinales de Roland Garros, frenado y destronado de su tierra parisina por un Novak Djokovic que tuvo más pasión que él. Un poco más. Y que había hecho, como explicó el serbio a pie de pista, el mejor tenis de su vida. Sucumbe Nadal por tercera vez en París en 108 partidos y segunda vez contra Djokovic, al que felicitó por su buen partido. Ya sí analizó el suyo propio: «No he hecho un desastre, pero me ha faltado un pelín. La pista, con la noche, estaba más lenta y mis pelotas no le hacían tanto daño, las condiciones quizá eran un poquito mejores para él. No he podido sacarlo de su posición y así es muy difícil jugar contra Djokovic». «Creo que él ha jugado un poco peor en el primer set, cometiendo errores. Ha tenido opciones de rotura en el primer juego. Podía haber sido un 2-0 para él y lo ha sido para mí. Es verdad que las condiciones eran un poquito más lentas, al caer la noche la pelota no botaba tanto y tenía menos efecto. Quizá era mejor para él. Pero es tenis. El que se adapte mejor a las condiciones es el que se merece ganar. Y no hay duda de que él lo ha merecido», continuó en su análisis. «He dado mi máximo, pero quizá no ha sido mi día hoy. He luchado, pero si no consigues desplazar a un rival de la talla de Djokovic de su sitio, es muy difícil. He tenido una gran opción con bola de set y segundo servicio. Podría haber pasado cualquier cosa. Luego he cometido una doble falta y una volea fácil en el tie break... ha habido varios puntos muy locos, y el cansancio también estaba allí. Este tipo de errores pueden suceder, pero si quieres ganar, no los puedes cometer». No obstante, aceptada la derrota, el balear mira hacia delante. «Estoy triste, pero no hay que dramatizar. Me siento bien, no soy una persona de celebraciones cuando se gana, ni de dramas cuando se pierde. Estoy preparado para aceptar la victoria y la derrota; aunque es un torneo muy importante para mí, soy consciente de que no se puede ganar 15 o 16 veces. Es verdad que es una buena oportunidad, y que van quedando menos, pero lo intentaré el año que viene».

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