El Huerto del Francés del Retiro recuperó ayer su icono más representativo, la noria de agua, un vestigio que explica el funcionamiento de la ya extinta Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro, situada entre 1759 y 1808 -hasta que las tropas napoleónicas se acuartelaron en el taller- donde ahora se erige la estatua del Ángel Caído. Como avanzó ABC, las gigantescas ruedas de la noria fueron retiradas el pasado agosto para restaurarlas, además de los muros, la alberca y otros elementos de la obra civil que han sido sustituidos a imagen y semejanza del diseño original. Debido al mal estado que, en general, presentaba el desagüe de la noria, se desmontó y se retiraron los vidrios para sustituirlos por un nuevo acristalamiento de seguridad formado por dos cristales ensamblados. También se saneó la estructura metálica de la barandilla para cubrirla con una pintura resistente a la intemperie. Para completar su puesta en marcha, el delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante, activó ayer la maquinaria. A partir de ahora, funcionará de manera ininterrumpida para que los madrileños y visitantes puedan contemplarla.De España https://ift.tt/3caPGkQ
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