«Lo único positivo de este juicio es que por primera vez se ha reconocido que las víctimas hemos sido desatendidas». Como explica Miguel López, uno de los muchos testigos que vivieron el horror del 17-A desde primera línea, y como la sentencia conocida anteayer destaca, los afectados por la masacre yihadista lamentan haber sido los grandes olvidados en este proceso. Él paseaba por la Rambla con su hija cuando se vio sorprendido por el furgón y fue reconocido como víctima por los hematomas sufridos después de que le cayera un herido por encima. Miguel decidió no seguir el juicio porque tras las primeras sesiones empezó a notar ansiedad. «Hemos sentido desasosiego, rabia e impotencia y hemos confirmado que hemos sufrido el abandono por parte de las administraciones», denuncia en conversación con ABC. Su hija, además, no tuvo la misma suerte que él ya que «solo» sufrió secuelas psicológicas. «Es una verdadera injusticia. Ella corrió conmigo para huir, ella lloró conmigo al llegar a casa», recuerda emocionado Miguel, que estudiará, sentencia en mano, si luchar en los tribunales que su hija sea reconocida como víctima. En una situación similar está Carme Dolz, que estaba en Cambrils (Tarragona) junto a su familia esa noche fatídica. Los psicólogos forenses consideraron que su marido, Rafael, sí era víctima pero no ella ni sus dos hijas. «No vimos sangre, heridos ni muertos, solo el coche con los yihadistas, pero nos hemos tenido que obligar a vivir, a volver a salir a la calle. No es para nada fácil», revela a ABC.De España https://ift.tt/2Tsr3cM
0 comentarios:
Publicar un comentario