A veces es necesario detenerse, poner los pies en la tierra para tomar impulso. Pasar por encima del día a día, de la realidad, del coñazo cotidiano de profetas de la pandemia y las vacunas, los indultos, el dolor y la desesperanza. Sobrevolar la mediocridad y falta de formas en las instituciones, la polarización de una sociedad que resucita cada vez más el lenguaje del odio, las izquierdas y derechas rancias, escoradas hacia uno y otro lado, que tan poco se acercan a la tolerancia y el entendimiento que necesita un mundo a oscuras. Con el tiempo uno aprende, o debiera, a desprenderse de lo superfluo, a valorar el tesoro que esconden las pequeñas cosas, cada minuto, cada segundo, como si no hubiese nada más allá, un día después de este día. Es la misma vida la que nos marca el camino cuando nos roba un pedazo de alma y nos hace crecer de repente. La tierra zamorana, tan pobre y generosa, abría esta semana su vientre para recibir a dos amigos en su último sueño. Paisaje de mi vida, parte mía desde la infancia y adolescencia, eternos jóvenes varados en mis recuerdos de verbenas y pasodobles, en los entrenamientos en una piscina junto a la más hermosa sirena del Duero. Así, asomada al precipicio de la memoria, me enfrento a una columna en blanco en la que querría escribir tanto sin decir nada, sin pensar, huyendo de este hacerse mayor, este entender la vida a bofetadas. Este vértigo, este vacío. Poner tierra entre la realidad y el sueño, cerrar los ojos y regresar a la feliz infancia, a la despreocupada adolescencia donde no cabía el dolor ni el miedo, donde el futuro era una enorme tentación que devorar a mordiscos como un bocadillo de Nocilla. Escribo a orillas del Lago de Sanabria, espejo de mis soledades, frente a las montañas cárdenas que me guardan los primeros pasos. Perdida en el mapa de los imposibles, necesitaba recuperar la niña que fui en este silencio, esta calma cartuja de mayo. Darme la paz, si sólo la muerte no negocia. Hundir los pies en el agua, pisar esta tierra negra que sabe mi nombre; buscar un guiño, una sonrisa, al otro lado de la vida, más allá de las montañas, bajo este cielo que anuncia tormentas, que todo lo ilumina y lo llueve. Crecer a golpes de vida.
De España https://ift.tt/2R4NhAM
sábado, 29 de mayo de 2021
A golpes de vida
Related Posts:
Sastse denuncia la presencia de chinches y piojos en el centro de acogida de HortalezaEl sindicato de enfermería Satse ha denunciado la presencia de piojos, chinches o ácaros que producen sarna para aludir al estado de «abandono institucional» que, en su opinión, padece el centro de primera acogida de Hortalez… Read More
Descubren un taller clandestino de costura oculto tras el espejo de un probadorAcudieron por una reclamación de una clienta disconforme con la atención recibida y descubrieron un taller clandestino donde tenían encerradas a tres mujeres chinas en un sótano sin posibilidad de salir en caso de una emergen… Read More
Convenio Sescam-Cobisa para la construcción del nuevo consultorioEl Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) y el Ayuntamiento de Cobisa han suscrito un convenio de colaboración para la construcción y puesta en funcionamiento del nuevo consultorio local de este municipio. El conven… Read More
Moncloa resalta que el apoyo de Rajoy a Cifuentes sigue sujeto a la investigación sobre el másterEl caso del máster de Cristina Cifuentes es como un dolor de muelas para el PP y para Mariano Rajoy, pero de momento el presidente del Gobierno no ve necesaria una extracción ni piensa dar su brazo a torcer frente a Ciudadano… Read More
Rajoy recibe «con honor» la capa alistanaDurante un acto «entrañable», según lo calificó el mismo Mariano Rajoy, el presidente de la Mancomunidad Tierras de Aliste y senador del PP por Zamora, Javier Faúndez, y Félix Marbán, vicepresidente de la Asociación para la P… Read More
0 comentarios:
Publicar un comentario