Rafael Nadal consiguió en la noche del lunes el cambio de registro que necesitaba para imponerse a Marin Cilic en los octavos del US Open. Después de un torneo demasiado cómodo, entre rivales asequibles y retiradas, el partido no iba por buen camino hasta que en el tercer set encontró la electricidad con puntos de ensueño que le enchufaron y avasalló al croata (6-3, 3-6, 6-1 y 6-2). Hoy (03.00 horas), en cuartos de final ante el argentino Diego Schwartzman, necesitará otro cambio de registro. Pasa de un grandullón sacador como Cilic a un correcaminos corajudo como el «Peque» (170 centímetros), un jugador cada vez más cerca de hacer historia en un grande. El 21 del mundo le dio un susto en Roland Garros del año pasado, también en cuartos de final, cuando le ganó el primer set. La lluvia suspendió el partido, que pintaba muy mal para el español. Se recompuso al día siguiente y le dio la vuelta. Schwartzman despachó en la previa al número seis del mundo, Alexander Zverev, algo que no sorprendió a a Nadal. «Para mí, él era el favorito», dijo sobre el argentino, de 27 años, con quien tiene una gran relación y que ha pasado por su academia en Mallorca. «Es uno de los jugadores con más talento del circuito», aseguró. «Lo tiene todo, un gran control, mucha velocidad y la capacidad para leer muy bien tus golpes y entender el juego». Nadal, que firmó un punto de ensueño ante Cilic, se enfrentará en la central de Nueva York al argentino, pero también a su hinchada, que le ha llevado en volandas durante todo el torneo. El español está seguro de que eso no le afectará. «He jugado en todo tipo de ambiente. Los argentinos acostumbran a gritar mucho, pero también va a haber una gran afición que me va a apoyar a mí».De Deportes https://ift.tt/2UrESo3
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