Era su primera gran aparición internacional e Hirving Lozano, de 22 años, demostró el potencial del que ya se avisaba en América. Es un extremo vibrante, con carácter y ritmo que no rehuye la pelota, el regate o la defensa. Además de todo eso tiene gol. Juega en el PSV holandés y en su primer año en Europa ha triunfado: ganador de la Eredivisie (la liga holandesa ) con 29 partidos jugados, 17 goles y 9 asistencias. Lozano ha denunciado episodios de racismo que sufrió por ser mexicano, y tampoco parece que vaya a estar mucho tiempo allí. Se rumoreó el interés de equipos españoles, especialmente el del Celta, que incluso negoció por él, pero ya suena en Inglaterra, donde su juego de extremo «caliente» sería perfecto para equipos como el Liverpool o el Manchester City. EL PSV lo compró por 15 millones de euros y su valor se ha multiplicado por tres. Fue declarado el mejor del partido de ayer y no solo por su gol. Durante la primera parte todo el juego mexicano se orientó a buscarle espacios. Lozano tiene una manera inconfundible de correr, un paso muy personal, algo propio de los grandes futbolistas. Fue canterano del Pachuca, donde sobresalió, y le apodan «Chucky». En Holanda se llegó a criticar el ardor de su juego, que solo encontraba comparación con los orígenes en esa misma liga de Luis Suárez. Ayer amargó al reputado Kimmich y marcó uno de los goles más importantes de la historia de su país.De Deportes https://ift.tt/2JYXGoY
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