
El PSOE vivió ayer su primer gran escándalo de corrupción desde que está en La Moncloa y le costó superar el listón de exigencia que ellos han impuesto al PP en los últimos años. Los socialistas reaccionaron tibios a la detención del presidente de la Diputación de Valencia y Pedro Sánchez, noqueado, pidió tiempo para tomar medidas. Durante todo el día Ferraz se limitó a abrir un expediente informativo, no de expulsión, y quedó a la espera de conocer detalles del caso, bajo secreto, para tomar una decisión que llegó por la noche. Ábalos, vehemente El único vehemente fue el secretario general de Ferraz, José Luis Ábalos, quien por la tarde en el Senado señaló que Jorge Rodríguez, detenido junto a otros cargos valencianos, «no puede seguir», precipitando una respuesta interna que todavía tardaría en llegar. Al final, renuente, la dirección del PSPV apartó de todos sus cargos a Rodríguez, sin expulsarlo. El ministro de Fomento no restó gravedad a los hechos, que tildó de «lamentables y vergonzosos», y admitió que la detención es cruzar una raya roja que exige reaccionar. «El daño a la imagen es tal que no puede seguir», fue su rotundo aviso a navegantes. Pero Ábalos, que pertenece a la facción rival de la actual dirección del PSPV, dejó claro que ésa era su «opinión» y evitó aclarar si el PSOEiba a tomar cartas en el asunto de manera inmediata. «Sin saber de qué va, porque está en secreto, no sé exactamente cual es el delito o el reproche, simplemente me parece que el señor Rodríguez no puede seguir en la presidencia», fue su reflexión en sede parlamentaria. En cambio, se marchó perseguido por una nube de cámaras y periodistas sin responder si Ferraz expulsaría de militancia o pediría la dimisión de su alto cargo valenciano. «Hablará el secretario general», musitó en alusión a Ximo Puig. «Barrer dentro» La dirección socialista reclamó para sí un margen para pensar y tomar decisiones con el que el PP no ha contado en los nuevos tiempos, especialmente sometido a presión por Ciudadanos, su socio parlamentario. Génova, ante las últimas detenciones por corrupción en sus filas, ha actuado de manera fulminante expulsando -casi en cuestión de minutos- a los corruptos como medida cautelar. Tal es el caso de Eduardo Zaplana, hace un mes y medio, o de Ignacio González, el año pasado. Pero también expulsó en 2014 al entonces presidente de la Diputación de León Marcos Martínez, que cayó en otra redada anticorrupción y dimitió. El PP exigió a Pedro Sánchez que se aplique la misma medicina anticorrupción:«Cuando lo tiene en casa se le olvida barrer dentro», afirmó el vicesecretario de Génova Javier Maroto. «Hemos pasado de la corrupción del PP a la corrupción del PSOE», denunció el diputado valenciano de Ciudadanos Toni Cantó, que demandó a Sánchez aplicarse «el mismo cuento». Ábalos compareció en la comisiónque investiga la financiación ilegal de los partidos, donde el PPestá denunciando los casos que cercan al PSPV. El ministro de Fomento se desligó totalmente de toda actuación bajo sospecha señalando que él era del sector contrario al oficial, que por tanto no tenía mando. Ábalos, que asumió la secretaría general del PSPVentre 2012 y 2017, aseguró que ordenó una investigación interna a posteriori, pero no observó «rastro contable extraño» en la financiación de su partido entre los años investigados, 2005 y 2008. El juez apunta a una trama de financiación ilegal en cuyo vértice se sitúa la empresa Crespo Gomar, que supuestamente emitió facturas falsas a tres ministerios de Zapatero, entre ellos los dirigidos por Cristina Narbona (Medio Ambiente) y por Beatriz Corredor (Vivienda), y dos ayuntamientos valencianos: Benidorm y Gandía. «Yo soy de Valencia», replicó Ábalos, desligándose de los cargos investigados, a los que se les ha advertido con la expulsión si se les abre juicio oral. «No han gozado del beneficio de mi defensa, ve que yo reacciono con frialdad, no voy a salir en su defensa», añadió sobre estas personas. El portavoz del PP en la comisión anticorrupción, Luis Aznar, interrogó después al número dos de Ciudadanos, José Manuel Villegas, sobre el trasvase de dinero de los grupos municipales al partido. El debate fue mucho más bronco que con Ábalos y el PP anunció que llamará a Albert Rivera. Ximo Puig: «El PSPV siempre ha sido contundente» Tras un día difícil, en el que he compartido reflexiones con muchos compañeros y compañeras, voy a proponer al secretariat del PSPV la suspensión de todos sus cargos de Jorge Rodríguez. La detención de un presidente de la Diputación es perjudicial para el esfuerzo que todos los valencianos y valencianas estamos haciendo para levantar la hipoteca reputacional, tras veinte años de gobiernos del PP. Aún así el PSPV confía en la presunción de inocencia de Jorge Rodríguez y serán los jueces quienes determinen la responsabilidad en una investigación de la que nada se conoce porque permanece secreta. El PSPV siempre ha sido contundente ante todos los casos de posibles irregularidades, cualquiera que sea su naturaleza y así lo seguirá siendo. Además para garantizar la estabilidad en la Diputación, voy a proponer a la ejecutiva que el actual vicepresidente, Toni Gaspar, sea el candidato a la presidencia de la corporación provincial.
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