domingo, 1 de septiembre de 2019

La «nueva historia catalana», al servicio y en nómina del «procés»

El Institut Nova Història de Catalunya (INHC) lleva años acaparando titulares con disparatadas teorías, supuestamente científicas, que proclaman la «catalanidad» de personajes como Miguel de Cervantes, Cristóbal Colón, Santa Teresa de Jesús, Erasmo de Rotterdam, Leonardo da Vinci o incluso la Gioconda. A pesar de las críticas recibidas por dar una pátina académica a mitos y leyendas del nacionalismo catalán, el citado organismo recibe generosas aportaciones de las instituciones catalanas. Además, tiene entre sus valedores a grandes nombres del independentismo, empezando por el presidente de la Generalitat, Quim Torra, quien nunca ha escondido su afición a mezclar historia, fantasía, romanticismo y política. «Nosotros, los catalanes, hemos descubierto América. Y el resto ha sido una gran mentira al servicio de España que ahora ya no nos tiene que preocupar ni espantar», escribió el consejero de Políticas Digitales de la Generalitat de Cataluña, Jordi Puigneró, en las conclusiones de un libro sobre el descubrimiento del Nuevo Mundo firmado por el fundador del INHC, Jordi Bilbeny. El dirigente neoconvergente también aseguró que esa «gesta» nunca podría ser obra de un «puñado de bobos que ni sabían dónde iban». También Quim Torra ha escrito artículos para esta institución. Los vínculos entre el gobierno catalán y el Instituto no se quedan solo en las «aportaciones» de prohombres del «procés» al corpus literario de la «Nueva Historia». También ha habido subvenciones, generosas, y espaldarazos mediáticos para dar visibilidad y relevancia a las polémicas investigaciones del INHC. Estas «sinergias» han llegado al Parlament, donde Ciudadanos y el PSC han registrado recientemente una batería de preguntas para indagar acerca del respaldo institucional al instituto. También se quieren conocer las concesiones, contratos y licitaciones que la Generalitat y sus empresas han dado a empresas que comparten domicilio social en la misma dirección que el Institut Novo Història. Es el caso de «Tarea Servicios de Animación SL» o «Jan BCS», firmas que, según El Confidencial, recibieron hasta 1,9 millones de euros en 2018. Por otra parte, se quiere indagar acerca de la difusión dada en los medios de la Generalitat (TV3, Catalunya Ràdio y en el canal cultural autonómico «33», principalmente) a las tesis del Instituto. «Es esperpéntico que responsables institucionales den cobertura y credibilidad a las seudoinvestigaciones de esta organización. No siguen ningún método científico y han sido criticados por historiadores catalanes de todos los colores, incluso independentistas», lamenta el diputado del PSC Ferran Pedret en declaraciones a ABC. Asimismo, señala que las investigaciones del polémico organismo ofrecen una «interpretación» de la historia centrada en fundamentar con argumentos aparentemente científicos mitos «fundacionales» de Cataluña. «Creen que engrandeciendo supuestos personajes o mitos apuntalan mejor determinadas reivindicaciones políticas, pero realmente lo que hacen es un daño enorme al país, a la ciencia y al prestigio de los historiadores catalanes», resalta Pedret. Desde Ciudadanos también se critica con dureza los vasos comunicantes INHC-Govern. La diputada Sonia Sierra preguntó recientemente a la consejera de Presidencia, Meritxell Budó, por las ayudas dadas a una organización dedicada a la difusión de «teorías conspirativas y sin rigor científico». Asimismo, recordó que Bilbeny, la cara más visible de la entidad, tiene su tesis doctoral paralizada porque «ningún catedrático avala sus disparates». Finalmente, propuso a la cámara catalana posicionarse en contra de las ayudas al Instituto, cuestión que podría abrir una grieta en el ejecutivo de Torra. ¿El motivo? ERC no ha exhibido demasiada afección a las tesis de la «Nova Historia». Posiblemente la formación académica de Oriol Junqueras (investigador, doctor en historia y antiguo profesor de la UAB) aleja a los republicanos de unas teorías que sí fascinan al «president» Torra. A pesar de ello, en 2013 ERC reconoció a este organismo con su premio Lluís Companys por la «labor de investigación, estudio y divulgación de la historia» con un carácter «iconoclasta e innovador». A pesar de ello, Gabriel Rufián disparó este verano contra la entidad. «Ninguna seudociencia ni ninguna seudohistoria debería ser financiada con dinero público. Ni el tierraplanismo ni el antivacunismo ni el Institut Nova Història. Ya vale de dar excusas a quienes nos quieren pequeños, ridículos, enfadados y perdiendo», apuntó el portavoz de ERC en el Congreso en un mensaje en las redes sociales. El propio instituto, que no ha respondido a las preguntas de ABC, salió al paso de las acusaciones y difundió este mes de agosto un comunicado en el que resaltaba su pertenencia al mundo de la «ciencia» y lamentaba las críticas de las que estaba siendo blanco. «El Institut Nova Història es una entidad privada sin ánimo de lucro. La infraestructura permanente y el esfuerzo de investigación del INH se sustenta a partir de donativos de personas y entidades privadas», resumió la entidad en alusión a Rufián.

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